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YVES OUSTRIC | Peregrino francés, ganador del premio "Alfonso II, los diarios del Camino Primitivo"

"El Primitivo es el camino de los caminos y si se masificara perdería su carácter"

"Andar por las huellas de Alfonso II me parecía extraño, divinamente sorprendente; aquí he encontrado al fin lo que buscaba"

Yves Oustric.

Yves Oustric camina para buscar las huellas del pasado, escribe para "compartir una pasión" y dibuja para no olvidar. Jubilado francés de 71 años recién cumplidos, peregrino por vocación, escritor e ilustrador de experiencias del Camino de Santiago, Oustric acaba de ganar la versión literaria del premio "Alfonso II, los diarios del Camino Primitivo", otorgado por la Fundación Valdés Salas. Su diario "de un peregrino del siglo XXI de Oviedo a Santiago", ilustrado con fidelísimas reproducciones de monumentos del Camino, forma parte de una pulsión literaria que se ha plasmado ya en un libro publicado en Francia sobre la Vía de la Plata y tiene en preparación otro sobre el Camino Primitivo, que recorrió en mayo de 2015. Este año caminará a Compostela desde Lisboa.

-¿Por qué camina?

-Sobre todo para dibujar. Me gusta mucho, especialmente la arquitectura románica, pero también para valorar los paisajes y la historia. Me agrada contemplar en cada sitio, en cada pueblo, las huellas de lo que ha pasado, la historia reciente o más antigua y, naturalmente, el patrimonio cultural y tradicional.

-¿Por qué el Camino?

-Porque existe algo que yo llamo "el espíritu del Camino". En las rutas hacia Compostela hay un ánimo muy especial de humanidad, de solidaridad, de compañerismo, de todos esos valores que cada vez se encuentran menos en este mundo rápido en el que vivimos. Eso es para mí esencial, porque esos conceptos vinculan todos los caminos de Santiago en España y en Francia y en ellos yo voy al encuentro de lo mejor que le queda al hombre, de sus inclinaciones a dar y compartir con los otros, de valores universales que ahora echo mucho en falta. Además, me gusta España, tengo una nuera española y viajo allí a menudo desde que era estudiante y participaba en Burgos en una universidad de verano. Me gusta España por su hospitalidad, porque cuando andas con la mochila y la vieira del peregrino a la espalda siempre hay alguien que te dice "buen Camino", "ánimo". Eso no pasa tanto en Francia.

-¿Por qué el Camino Primitivo?

-Había oído muchas cosas muy buenas sobre esta ruta en mis recorridos por los distintos caminos a Santiago. Es un itinerario muy difícil, que te exige estar muy bien preparado. Yo podía, porque cuento con una buena experiencia después de haber hecho todos los demás caminos esenciales. Me gustó. Todos los que me hablaron del itinerario del Norte habían recorrido el de la costa, pero yo sabía desde el principio que al llegar al nivel de Oviedo tomaría el Primitivo, porque lo que a mí me gusta es la historia y quería poner mis pies sobre las huellas del rey asturiano que abrió el Camino. Por eso digo en mi diario que éste es el camino de los caminos. Andar por las huellas de Alfonso II me parecía extraño y divinamente sorprendente. Aquí por fin he encontrado lo que buscaba.

-¿Qué encontró en Asturias?

-Naturalmente Oviedo y la Cámara Santa. Yo soy católico, no demasiado practicante, pero incluso para los no creyentes el Camino tiene una espiritualidad propia que es mucho más sobresaliente en el Primitivo. Me gustó Oviedo; Salas, donde visité un museo con mapas antiguos que fue una revelación; y los paisajes de Asturias, divinos, y también la ciudad de Lugo, llena de historia por todos lados, un auténtico museo a cielo abierto...

-Aquí hay quien dice que se promociona poco.

-Y no me sorprende. Porque lo que busco, igual que todos los peregrinos que recorren esta ruta es el espíritu del camino, justo eso que está desapareciendo en el francés, al que yo llamo ya "la autopista del Camino".

-Pero cabe más gente.

-Sí, mientras no se masifique como el francés. Aunque pudiera ser interesante para el turismo, perdería su carácter. Ahora mismo, por el Camino Francés podrá andar si va en marzo o en abril; en julio o agosto es imposible.

-¿Siempre escribe lo que ve?

-Sí. Desde el principio, tengo unos quince o veinte diarios manuscritos.

-¿Por qué?

-Aunque he estudiado Derecho, me encanta la literatura, será que tengo eso en los genes. La verdad es que no sé por qué. He escrito y publicado un libro sobre la Vía de la Plata, de Sevilla a Santiago, y estoy terminando otro sobre este Camino Primitivo. Siento que es una forma de compartir una pasión.

-¿Qué cree que ha visto en su texto el jurado del premio "Alfonso II"?

-Yo pienso que he descrito las huellas de Alfonso II, que he tratado de establecer un enlace con el tránsito secular de aquellos primeros peregrinos que venían de toda Europa antes de que el Camino Francés estuviera abierto, de los caballeros y la gente de Iglesia que pasaba hacia Compostela por el Norte porque España estaba ya ocupada por los moros. También he disfrutado de la naturaleza y he explicado cómo iba superando las dificultades de la andadura? En el fondo, lo que recojo son mis pensamientos mientras camino y lo hago con cierta espiritualidad, que no es sólo religiosa, que es algo más, que viene a ser lo que te pasa en el espíritu. Y como no llevo cámara, porque lo que me gusta es dibujar, luego veo lo que pinto y escucho el viento y recuerdo el olor de aquel momento? Son recuerdos que dibujo y que escribo, tal vez fue ese conjunto lo que agradeció el jurado.

-Dibuja monumentos con mucho detalle. ¿Del natural?

-Como estoy muy cansado, porque hago etapas muy largas, dibujo un rato, media hora o una hora sentado en el suelo. Capto lo esencial y después, cuando tengo más tiempo, añado los detalles.

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