El fundador de Facebook, Mark Zuckerberg, profeta de Internet para todos, lanzó en la inauguración del Mobile World Congress de Barcelona una dura crítica hacia la industria por centrarse más en dar redes más rápidas a los ricos mientras olvida a los 4.000 millones de personas que viven sin ella. Esa necesidad de repensar los proyectos de conectividad la comparte el catedrático de Análisis Geográfico Regional de la Universidad de Oviedo, Felipe Fernández, quien considera "urgente" que las nuevas tecnologías lleguen al medio rural, una condición "imprescindible", a su modo de ver, "para que los jóvenes no se vayan" y para que los que tienen interés en asentarse allí puedan hacerlo con todas las garantías. Porque la tecnología también resulta fundamental para una de las asignaturas pendientes de Asturias: fijar población en el medio rural, opina Fernández, director del Observatorio del Territorio de la Universidad de Oviedo, adscrito al departamento de Geografía.
Su experiencia de más de dos décadas en el análisis territorial, en especial del medio rural asturiano, le permite trazar una radiografía de los problemas más acuciantes de la región. Su grupo ha impulsado el último plan estratégico para el Suroccidente de Asturias, un proyecto que arrancó con una consulta ciudadana, con prioridad por la fijación de población con el amparo de la Administración. "Lo que tenemos ahora es una inversión de esa tendencia: gente que viene del campo a trabajar en las ciudades", diagnostica Fernández. Uno de sus alumnos aventajados en el Observatorio del Territorio es Ícaro Obeso, que actualmente trabaja como investigador predoctoral. El joven, con un estudio específico sobre la polarización del área central de Asturias y la evolución reciente de la ciudad de Oviedo, se refiere también a la pérdida patrimonial que representa que se instalen usos urbanos donde antes mandaban los agrícolas. Y coincide con el maestro en que esa situación se agrava "en las alas".
Esa realidad lleva a Obeso a una nueva reflexión sobre la suspensión de los planes urbanísticos en varios municipios. "Los ayuntamientos no interpretan la ordenación del territorio como una forma de mejorar el uso del suelo sino como una fuente de ingresos", valora el joven investigador, quien insta a recuperar el valor del suelo como "un recurso no renovable". "Quizá la crisis nos dé una oportunidad para conocer qué es el urbanismo y su función pública", continúa Ícaro, formado como ingeniero técnico en Topografía y como geógrafo, con una estancia en Bochum. Según su opinión, ni las carreras técnicas ni las Humanidades presentan diferencias a la hora de evaluar las oportunidades laborales de sus titulados.
"Hay pocos puestos de trabajo y una gran masa de gente joven con una formación que ve como principal camino la emigración", argumenta Ícaro. "Estudiantes brillantes como él no tienen problema para acceder a las ayudas y quizá puedan realizar una estancia en el extranjero pero luego qué", se pregunta el maestro. Hace tan solo unos días, el primer Observatorio nacional de la Empleabilidad de los Universitarios ponía sobre la mesa la sobrecualificación de los alumnos de Humanidades, que el catedrático de Análisis Geográfico Regional hace extensiva a otras disciplinas. "Al final son muchos los que tienen que iniciar una peregrinación en condiciones lamentables y cogen lo que les sale porque les urge encontrar empleo", añade.
Fernández no se olvida tampoco de las dificultades para integrar en grupos de investigación a los buenos alumnos de Humanidades, porque faltan fondos. "Y cuando tienes a algunos ya formados se presentan a oposiciones y tienes que formar a otro grupo", concluye. Uno de los méritos del Observatorio regional del Territorio es precisamente su capacidad para captar recursos de fuera de la Universidad además del importante catálogo de datos obtenido fruto de sus informes y análisis territoriales. Su colaboración más recientes tiene que ver con la exposición "VRBE III. La construcción histórica de la ciudad de Avilés", que se inaugura esta tarde.
Además, en su labor de gestión de los fondos de la Fototeca Digital de Asturias, con decenas de miles imágenes aéreas y terrestres, recientes y de carácter histórico, han podido trazar una imagen fidedigna de la evolución de las principales ciudades asturianas. Centrados en la aplicación de la realidad aumentada, su objetivo ahora es explorar las posibilidades de la geolocalización para hacer más divulgativos sus trabajos de observación del territorio. La ortofotografía, una técnica que combina las características de detalle de una fotografía aérea con las propiedades geométricas de un plano, les acercó a la verificación de cómo grandes infraestructuras portuarias como la ampliación de El Musel apenas presenta repercusión sobre el territorio. "Lo que se aprecia es que alrededor crece matorral, no tiene trascendencia sobre el resto de la región, más bien parece una pieza suelta y problemática", argumenta Fernández.
¿Qué ocurre con las autopistas? En lugar de acercar el medio rural a la zona urbana, lo que provocan es la salida de población de la periferia. Es el fenómeno de la "difusión urbana" que lleva a la creación de nuevas espacios de ocio, comercio y restaurantes, como el complejo de Paredes (Siero). Del caso concreto de Oviedo, Ícaro recuerda cómo en momentos de coyuntura económica favorable se crearon nuevos barrios como La Corredoria o La Florida, que concentraron en torno al 10% del espacio construido en ese momento. Estos cambios en el paisaje urbano continúan centrando la actividad del Observatorio del Territorio. La prioridad, según Fernández, debe ser "recuperar las villas como centros comarcales, descentralizando servicios de las capitales". Más ideas. El abandono de prácticas de pastoreo tradicional aumenta el riesgo de incendios, reduce la biodiversidad y eleva la pérdida de elementos culturales y paisajísticos. Al final, concluye Ícaro, existe una repercusión económica que se puede medir a través de la observación aérea, una de las principales herramientas del grupo de investigación de Felipe Fernández.
