Los gijoneses vienen en un concejo que está en el furgón de cola del territorio asturiano en cuanto a los resultados objetivos de salud de la población. Sin embargo, el territorio tiene "mimbres" para poder mejorar esa salud general en base, sobre todo, a la calidad asistencial que ofrece el municipio y algunos estilos de vida. Como la calidad del parque móvil, del agua o del control de la diabetes, por citar algunos. Para el consuelo general de los "playos" Gijón es, de los grandes concejos, el mejor posicionado en el ranking de municipios elaborado por el Observatorio de Salud en Asturias. De los 78 concejos, Gijón ocupa la posición 69, con Avilés siguiéndole la senda en el puesto 70 y Oviedo en la 71.

El Observatorio de Salud en Asturias es un instrumento vinculado a la dirección general de Salud Pública que lleva años organizando la información de la región para vincularla a estrategias de actuación que lleven a una mejoría de las condiciones de vida de la población. El proyecto de los rankings de municipos está diseñado en colaboración con la School of Public Health and Medicine de la Universidad de Wisconsin, y el último que se había elaborado data de 2012.

¿Y qué le ha pasado a Gijón en estos años? Comparando el balance de resultados de hace cuatro años y que el se acaba de publicar ahora, apenas ha modificado de una forma importante su "foto" de la población. Si acaso ha empeorado ligeramente en sus resultados de salud (pasamos del puesto 68 al 69) teniendo en cuenta la mortalidad general por envejecimiento, y la morbilidad que se mide por la autopercepción que tiene cada uno respecto a su salud, el peso que tiene en el concejo la enfermedad crónica, y la prevalencia de personas tratadas con ansiolíticos y antidepresivos. De todos los anteriores, han cogido más peso los enfermos crónicos, lo que lleva a Gijón a situarse del puesto 35 al 51.

Otro bloque de trabajo del Observatorio son los "determinantes de salud", que son epígrafes que se pueden considerar predictivos de la salud futura de la población. Según esos Gijón debería aspirar a posicionarse en el puesto 56 de la totalidad de los concejos de la región. La calidad asistencial, medida en base a las demoras quirúrgicas, los cuidados inadecuados en diabetes, ausencia de control mamográfico, o las hospitalizaciones evitables son un grupo de elementos predictores que sitúan a Gijón en posiciones de mejora. De hecho, en todos esos registros Gijón se ha posicionado en mejor lugar ahora que en los últimos años (respecto al control de enfermedades crónicas, o las hospitalizaciones evitables, por ejemplo).

En la categoría de estilos de vida hay un elemento que lleva a Gijón a posiciones de cabeza a nivel regional: la antigüedad del parque móvil de la localidad. Sólo tres municipios tienen un parque móvil más actualizado que el de los gijoneses. También ha mejorado el municipio, con respecto a hace cuatro años, en nuestra posición por registro de embarazos adolescentes o en el número de vehículos sin ITV. Las claves en las que hemos empeorado, sin embargo, son las relacionadas con la prevalencia de obesidad infantil (estábamos en el puesto 26 y hemos pasado al 29), o la mortalidad asociada al alcohol. Los factores socioeconómicos no acompañan demasiado para que Gijón esté en los mejores registros, ya que somos de los concejos con peor nivel de desempleo y más beneficiarios de Salario Social. Por calidad ambiental, aunque parezca difícil de creer los registros dan a Gijón una mejoría sustancial en el nivel de contaminación del aire (se pasa del puesto 65 al 31), pero la calidad ambiental percibida por ruido, tráfico y contaminación no mejora y nos deja en el puesto 71.