Héctor Saz Rodríguez (Zaragoza, 1984) afronta los últimos meses de su mandato en el Consejo de la Juventud de España. Ayer, en una visita al Antiguo Instituto, presentó los datos del Observatorio de Emancipación. La situación para los jóvenes sigue siendo complicada, sin oportunidades laborales que les permitan afrontar el paso de alquilar o adquirir su propia vivienda, y con el riesgo de convertirse en una generación muy preparada pero perdida.
-¿Qué destaca de este décimo número del Observatorio de Emancipación?
-Que se está polarizando la sociedad juvenil. Ha habido una clara dualidad de mercado (cuando se establece una clara diferencia de estatus entre dos tipos de trabajadores fundamentalmente: aquellos que tienen un empleo fijo y llevan muchos años trabajando en la misma empresa y aquellos que, o bien tienen un contrato temporal, o bien se han incorporado muy recientemente al mercado de trabajo). Eso se traduce en que Asturias tiene en torno a seis puntos porcentuales más de pobreza global que el resto de España.
-¿Cómo se puede hacer frente a este problema?
-Con programas como el de la garantía juvenil. Lo que se hace es buscar a esa gente con paro de larga duración, y con una nueva oferta de estudios o trabajo se hace que puedan reingresar de nuevo dentro de ese sistema y no queden totalmente apartados.
-¿A qué edad se emancipan los asturianos?
-La media se sitúa en torno a los 30 años. Solo dos de cada diez jóvenes asturianos se emancipan por debajo de la treintena.
-¿Y a qué tipo de vivienda aspiran?
-Para no correr peligro de sobreendeudamiento, como apuntan los economistas, se debe decir un 30% del salario para la vivienda. Tal y como están los sueldos que cobran los jóvenes sería necesario dedicar un 41% del sueldo en el caso de alquiler y un 51% para la adquisición. Con el 30% recomendando solo se podría aspirar a una vivienda de alquiler de 46,4 metros cuadrados, o lo que es lo mismo, una infravivienda.
-Decía en alguna ocasión que "un joven debería cobrar el doble para poder emanciparse", ¿es tan grande la brecha salarial en el apartado de la edad en las empresas?
-La juventud se está integrando en un ámbito de subempleo, de contrato parcial cuando se debería trabajar más horas. Y no es un ataque al contrato parcial, que viene muy bien a gente para compatibilizar estudios o vida familiar. Lo que criticamos es que se convierte en una obligación y no una opción. Y también criticamos la sobrecualificación, el tema de empleos de ámbitos de servicios que están muy precarizados en cuanto a temporalidad. ¿Quién va dar el salto del hogar familiar a su propia casa por un contrato de solo tres meses? Es algo inasumible. Las únicas políticas de empleo que estamos viendo que dan resultados son las que maquillan las estadísticas, mientras que aquellas que realmente solucionan el problema del desempleo no las estamos vislumbrando.
-¿Se abusa de los contratos de prácticas?
-Pedimos la mayor de las vigilancias por parte de Inspección de Trabajo para los contratos de prácticas o beca para que no sustituyan nunca empleo estable. En España tenemos un historial de picaresca, que da igual el ámbito de empleo que sea, que solemos a tener la tendencia a abusar. Existen malas prácticas siempre y lo que se necesita es más control.
-¿Estamos ante una de las generaciones más preparadas?
-En Asturias hay una juventud más preparada que en otras autonomías. En el caso de la mujer hay un 34,3% que tienen titulación superior, lo que supone siete puntos por encima de la media porcentual española. Hay una juventud que ha hecho los deberes formándose, y ahora hay un mercado laboral donde, por mucho que se sigan potenciando estudios como la Formación Profesional, vemos que se favorece más el empleo a mayor titulación que se tiene.
-¿Hay riesgo de que sea una de las generaciones mejor preparadas pero que acabe siendo una generación perdida?
-No queremos entrar en el debate de si somos la mejor, la segunda mejor o la peor generación preparada. Pero sí que puedo decir que somos una generación lo suficientemente preparada como para pelear en Europa en igualdad de condiciones por un puesto de trabajo. No es un problema de juventud, sino de modelo productivo. Si esta generación no encuentra su espacio en el mercado laboral corre el riesgo de estar perdida. Ahora se habla de llevar la juventud hasta los 35 años porque ya se dan contratos de becarios a gente de más de 30 años.
-¿Por qué es necesario el Consejo de la Juventud de España?
-Por lo mismo que es necesario que un médico le pregunte a un paciente donde le duele. En el ámbito de la juventud está claro que tiene que existir una representación. En primer lugar su existencia permite fomentar la participación y el asociacionismo, algo esencial para el desarrollo de la persona. Lo segundo, para tener un lugar para unificar la voz de la juventud, que puedan expresarse y que los políticos tengan un "feedback" y sepan cual es la mejor forma de invertir cada euro destinado a la juventud, con el consiguiente beneficio de ahorro y eficacia. Y tercero, porque los Consejos de la Juventud, por todos los temas que tratan, se convierten en consejos de ciudadanía.
-Hablando de consejos de ciudadanía, ¿qué importancia le da a los Encuentros Internacionales de Juventud de Cabueñes?
-Son los premios "Princesa de Asturias" en cuanto a escuelas de participación juvenil. Son los más antiguos, importantes y conocidos de España. La gente se pelea por venir y, a modo personal, de ser participante a ser organizador ha sido un orgullo para mí. Pido a las instituciones que aumenten su apoyo a unas jornadas que sitúan durante tres o cuatro días a Gijón como centro de la participación juvenil en España.
