El itinerario sigue hacia Santander, donde la organización del viaje facilita el acceso gratuito al Gran Casino de la ciudad.
La tercera jornada del viaje conduce a Potes y a Cabezón de la Sal, con desplazamientos en autobús y un circuito termal en el balneario de La Hermida. Después, los viajeros entran en Asturias por Ribadedeva, Llanes y Ribadesella, tras haber visitado Santillana del Mar y la neocueva de Altamira todavía en Cantabria.
Tras pernoctar el cuarto día de viaje en Arriondas, los pasajeros van a Covadonga y a Los Lagos antes de llegar a Oviedo, donde se presta una especial atención al Prerrománico. La jornada siguiente incluye visitas a Avilés, Gijón y Luarca. La ruta sigue posteriormente por la costa de Lugo, incluyendo la playa de Las Catedrales y estancias de varias horas en Ribadeo y Viveiro. El último día está dedicado a Santiago de Compostela.
El "Transcantábrico" de alta gama ya tiene reservado el 60% de las 400 plazas que ofrecerá en los 22 salidas regulares que hará este año, entre el 9 de abril y el 22 de octubre. Además, Renfe ofrece la posibilidad, bajo ciertas condiciones, de fletar viajes charter a la carta.
Según Javier Díez, gerente del área comercial de Renfe, a falta de un mes para cerrar las cuentas de 2015, la operadora ferroviaria estima unos ingresos anuales de 7 millones de euros procedentes de la facturación de los trenes turísticos del segmento de lujo, que, además del "Transcantábrico", incluye el Al Andalus y El Expreso de la Robla.
Los ingresos del área se han incrementado en un millón de euros en 2015 y, según anticipó Díaz el pasado martes, durante la presentación de la ya inminente temporada de viajes de 2016, las previsiones para el presente año apuntan a una facturación de ocho millones de euros. La cuenta de resultados "tiende al equilibrio", añadió el alto ejecutivo de la compañía.
