Por muchos baches que se tapen, la siniestralidad seguirá circulando por la "Y". Los expertos insisten en que para evitar los choques en la autopista asturiana no sólo hacen falta actuaciones sobre el firme, sino también que los conductores tomen conciencia del riesgo que tienen ciertas maniobras. Estar vigilantes, mantener una velocidad uniforme, no hacer movimientos bruscos, guardar la distancia de seguridad y utilizar carreteras secundarias en horas de tráfico intenso son algunas de las recomendaciones que hacen los especialistas en seguridad vial. Todos ellos califican de "suicidio" no respetar los 100 metros de distancia entre un vehículo y otro, ya que, dicen, "el accidente está asegurado".
El ingeniero en planificación de transportes, Carlos Suárez, aconseja a los usuarios "pensar en conjunto" -adaptar la velocidad de los coches a la densidad del tráfico- y frenar la confianza al volante. "El problema que hay con la 'Y' es que consta de trayectos cortos, que en algunos casos se hacen hasta cuatro veces al día. Eso hace que los conductores pierdan el respeto a la carretera", asegura Suárez. En este fenómeno ahonda el responsable de la Asociación Española de Accidentología Vial, el asturiano Raimundo García, quien opina que el conductor en la "Y" no percibe el riesgo: "Vamos calientes, sentados en un habitáculo, escuchando música... Y pisamos el acelerador sin prestar atención a lo que sucede a nuestro alrededor. Asociamos la comodidad a la seguridad y eso es un error fatal".
Igual o más importante que controlar la velocidad es mantener la distancia de seguridad. Carlos Suárez indica que lo aconsejable sería guardar 100 metros entre un vehículo y otro. Para controlarlo, hay dos trucos: la regla de los tres segundos o la de los hitos (señal blanca y negra, situada en el arcén, que indica las distancias). El primero de ellos consiste en fijar la mirada en un punto fijo y no llegar a él hasta que no pasen los tres segundos. La técnica de los hitos consiste en mantener la distancia de dos palos, ya que entre cada uno de ellos hay 50 metros.
"Hay conductores que van a 100 o 120 kilómetros por hora y que sólo guardan 8 metros de distancia. Eso es una barbaridad, un suicidio, porque el accidente está asegurado", asegura Raimundo García. En este sentido, Carlos Suárez insiste en que "el tiempo de reacción que tenemos ante un imprevisto es la distancia de seguridad". "Tú no puedes prever que uno vaya a dar un volantazo o que un coche de repente pare por una avería. Por eso hay que estar vigilantes e ir bien separados, sobre todo en días de lluvia", comenta. Los expertos proponen que la Dirección General de Tráfico inicie campañas de medición de las distancias de seguridad.
Los adelantamientos son otro de los peligros de la autopista "Y". Con una carga diaria de 55.000 vehículos -entre Siero y la entrada a Oviedo- es inevitable que el carril izquierdo se colapse, pero sí se pueden tomar medidas para aliviarlo. Para empezar, eliminar el "defecto nacional", en palabras del presidente de Automovilistas Europeos Asociados, Mario Arnaldo, de utilizar el carril de adelantamiento para circular. "En España se va por el derecho, el izquierdo es exclusivamente para sobrepasar a otros vehículos", destaca. Por eso, sugiere adelantar lo más rápido posible -sin maniobras violentas- y no quedarse eternamente en el carril izquierdo. De lo contrario, siempre habrá un vehículo "pisándonos los talones". En estos casos, Carlos Suárez, sostiene que hay que guardar la calma y no conducir en tensión. "Tú tienes que estar a lo tuyo, no hace falta mirar constantemente por el retrovisor. Adelantas a tu ritmo y cuando termines dejas la vía libre", explica. No obstante este tipo de acoso al volante puede ser denunciado, explica Mario Arnaldo.
Perder los nervios
La pérdida de nervios también puede venir con los adelantamientos entre vehículos pesados. "Los camiones causan muchos accidentes. Tienen límites de velocidad y no los respetan", se queja Ovidio de la Roza, responsable de la Asociación de Transporte y Aparcamiento de Asturias (Asetra). "Los camiones no pueden pasar de los 90 kilómetros por hora y los autobuses, de 100. Aún así, hay veces que apuran y adelantan. El problema es que llegan a un punto en el que no pueden pisar más el acelerador y al final están circulando en paralelo durante más de un minuto", sostiene Mario Arnaldo.
Los conductores que no soporten este estrés, lo mejor es que eviten circular por la "Y" en horas de mucha densidad de tráfico. Por ejemplo, entre las 8 y las 9 de la mañana, que es la franja horaria en la que la mayoría de los asturianos entran a trabajar. "El trayecto más corto no siempre es el mejor", manifiesta Carlos Suárez. Una de las alternativas es la AS-II (Autovía de la industria entre Oviedo y Gijón). Los expertos achacan el bajo uso de esta vía a que su entrada o salida en la capital es una especie de "cajón sin fondo". "Llega a una rotonda y una zona muy saturada por el tráfico", afirma Raimundo García. Para solucionarlo, los especialistas proponen conectar esta autovía con la "Y". "Eso mejoraría la fluidez en ambas carreteras", concluye Ovidio de la Roza.
