En el papel de representante sindical, el presidente del Consejo Social de la Universidad de Oviedo aprovechó que estaba el presidente del Principado para hacer notar un problema. "Cobramos poco". En el paraninfo del Edificio Histórico se inauguraba la primera reunión de trabajo que los representantes de todos los consejos sociales de España mantienen con el presidente del Tribunal de Cuentas, Ramón Álvarez de Miranda, y Ladislao Azcona lanzó ahí su reivindicación salarial como condición esencial, dijo, para "retener el talento de los profesores, de los investigadores, de la gente que hace la Universidad" y que ha sufrido con la crisis, apostilló, que ha visto multiplicarse la tarea por las exigencias de las adaptaciones complejas al plan Bolonia y que merece, al decir de Azcona, que "nos inventemos algún mecanismo para actualizar esos salarios que se han quedado muy bajos", remarcó.

Para hacerse valer presentó el "superávit" de la institución académica asturiana, su condición de "Universidad muy ordenada" sus "cuentas muy limpias y transparentes" y hasta "una singularidad" que la distingue de otras, una condición orgánica que en todo el país sólo comparten las dos canarias -Las Palmas y La Laguna- y que mantiene la intervención económica, la labor de control presupuestario y de gasto, en manos del Consejo Social, acatando así la "norma de mejor gobernanza universitaria que recomiendan tanto el Tribunal de Cuentas como los organismos internacionales". También mandó por delante el rigor en el control de las tasas, congeladas desde hace tres años en la primera matrícula, y la convicción de que hay instituciones en las que se paga "más del doble" que en ésta.

No era estrictamente una respuesta, pero el presidente del Principado garantizó que la prórroga presupuestaria a la que se encuentra sometido el Gobierno "no reducirá nuestro compromiso con la Universidad". Javier Fernández reafirmó además su promesa de mantener la congelación de tasas y despidió al finalizar su mandato al rector, Vicente Gotor, ausente del acto de inauguración de ayer, con un retrato que lo presenta como "tan exigente en ocasiones como dispuesto siempre al diálogo, la cooperación y el entendimiento".

Prometió la "lealtad institucional" del Gobierno para los cuatro aspirantes a sucederle en el Rectorado y pidió, de acuerdo con el informe de fiscalización universitaria del Tribunal de Cuentas, más poder y protagonismo para los consejos sociales en la gestión del "estrés permanente" que genera la adaptación a las nuevas exigencias del Espacio Europeo de Educación Superior.