Ni rastro de Dragados en la variante de Pajares. La empresa, perteneciente al grupo ACS de Florentino Pérez, resultó adjudicataria en junio de 2014 del proyecto para colocar las vías en un tramo de 23 kilómetros (diez de ellos en el túnel central bajo la Cordillera) de la vertiente asturiana del futuro trazado de Alta Velocidad entre el Principado y la Meseta. Sin embargo, a día de hoy ni ha empezado a instalar el raíl ante la negativa del Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) a modificar al alza el presupuesto inicial, fijado en 9,28 millones de euros. Fuentes ligadas a las obras aseguran que la compañía ha abandonado definitivamente la actuación, renunciando al aval de la Administración. Pero ni los portavoces del grupo ACS -que guarda absoluto mutismo sobre la situación- ni los del Ministerio de Fomento confirman que se haya oficializado la ruptura del contrato.
Lo que no está en duda es que este conflicto conllevará más retrasos en la Variante, que se ha quedado hasta sin fecha de inauguración, y que también amenaza con paralizar del todo las labores en el túnel central bajo la Cordillera. Según fuentes de la obra, la instalación de las vías en la vertiente leonesa, que corre a cargo de las empresas FCC y Acciona, enfoca la recta final y estará concluida a finales de abril. Si para esa fecha no se inicia el montaje de raíles en la parte asturiana, algo que a día de hoy parece muy complicado, la actividad en el paso subterráneo quedará bajo mínimos. Y es que para seguir instalando el resto de equipamientos es necesario que esté hecho el tendido por el que circularán los trenes, según indican técnicos que conocen la marcha de la actuación. Hay que tener en cuenta que para finales de abril también estará listo el revestimiento que impedirá las filtraciones de agua al interior de los tubos.
Los técnicos de las obras consultados ayer calculan que, en la situación actual, a la Variante le quedan al menos un par de años de trabajos por delante. La inauguración, según estas versiones, se retrasaría a 2018.
Las reacciones a la situación en Pajares y al conflicto con la compañía encargada de poner las vías no se han hecho esperar. La consejera de Infraestructuras del Principado, Belén Fernández, lamentó ayer que "se cumplen los peores pronósticos" y que los nuevos retrasos suponen "una noticia pésima para los intereses económicos y sociales de la región". A su juicio, el escenario actual "exige una aclaración urgente, clara y responsable" por parte de un Gobierno central, ahora en funciones, al que ve "entregado a una política partidista, discriminatoria y de hostigamiento hacia Asturias, en una legislatura perdida en infraestructuras".
Tras criticar el "triunfalismo" de la presidenta del PP asturiano, Mercedes Fernández, y los "cinco años de retraso" acumulados por la obra bajo el Gobierno de Rajoy, la Consejera afirmó que solo durante el pasado ejercicio se dejaron sin ejecutar más de 85 millones de euros en la Variante. "Y ello sin que hasta la fecha haya mediado una explicación por parte de la ministra Ana Pastor ", añadió Fernández.
"Lo único que pedimos es que no se nos vuelva a tomar el pelo", subrayó, por su lado, Alberto González, secretario general de la Federación Asturiana de Empresarios (FADE), muy crítico con "el escaso peso de Asturias cuando se trata de fijar prioridades inversoras". Con respecto a la polémica por el contrato de las vías, el "número dos" de la patronal aseguró: "Somos conscientes de que los intereses políticos combinados adecuadamente con el ineficiente sistema de contratación pública pueden servir, a veces, para justificar retrasos perfectamente evitables".
Tras recordar que el último tramo de la Autovía del Cantábrico acumuló "casi quince años" de demora, González exigió que se imprima "más ritmo" a los trabajos de la Variante, para que "entre en servicio cuanto antes".
El PSOE registró ayer en el Congreso una proposición no de ley en la que reclama al Gobierno que "agilice" las obras en Pajares y que se haga público un calendario para su entrada en funcionamiento. En el texto, los socialistas aseguran que la actuación "se ralentizó" con la llegada del PP al Ejecutivo, debido a un "bajón" en los niveles de inversión, y denuncian que "a día de hoy la actuación está prácticamente paralizada".
