Lo que miércoles fue la apertura del debate sobre la renovación del PP asturiano después de que Gabino de Lorenzo solicitara una "congreso abierto" y apostando por Agustín Iglesias Caunedo (líder de los populares en Oviedo) como sucesor de Mercedes Fernández (presidenta del partido en Asturias), se convirtió ayer en una guerra abierta. El exalcalde de Oviedo y actual delegado del Gobierno en Asturias se despachó a gusto contra la presidenta regional del PP, de la que dijo que "no puede darme lecciones de política quien no ganó las elecciones ni para la comunidad de vecinos". Y todo después de que horas antes, Mercedes Fernández tachara de "burbujeantes" las declaraciones que De Lorenzo realizó el miércoles sobre la renovación del PP.

La película de una jornada intensa de declaraciones cruzadas comenzó poco antes del mediodía de ayer. Mercedes Fernández se había tomado su tiempo antes de valorar las opiniones de Gabino de Lorenzo en las que reclamaba un congreso abierto en el PP de Asturias, apoyaba a Agustín Iglesias Caunedo para presentar su candidatura a la dirección y negaba el desastre de gestión y financiero en la organización denunciado por la presidente regional ante la juez de Lugo que instruye el caso Pokémon.

Mercedes Fernández, que había evitado responder en caliente el miércoles, decidió esperar hasta conocer las primeras palabras de Agustín Iglesias Caunedo y también que De Lorenzo se reafirmaba en su exigencia de un congreso abierto a toda la militancia del PP. El exalcalde descartaba optar ahora a la presidencia del partido en Asturias. "Mis ambiciones políticas están colmadas después de ser alcalde de Oviedo y presidente del PP en Oviedo", aseguró Caunedo. Tras saber que el portavoz del PP en el ayuntamiento de la capital consideraba "un honor gozar del apoyo y la confianza de un dirigente histórico", al tiempo que se declaraba partidario "más de construir puentes y de abrir puertas que de destruir", la presidenta de los populares asturianos dio rienda suelta a su ironía más mordaz.

Mercedes Fernández no se anduvo por las ramas y exhibiendo sonrisa en los pasillos de la Junta General evaluó las palabras de Gabino de Lorenzo, al que situó en el tramo final de su trayectoria pública, de forma tan breve como contundente. "Tengo un talante liberal y respeto profundamente todas las opiniones que cualquier militante pueda dar y hacer en público. Estas declaraciones hay que enmarcarlas en una despedida política en la que ha querido hacer unas reflexiones finales que agradezco muchísimo", afirmó la presidenta del PP asturiano, que no suele dar puntada sin hilo en sus comparecencias. "En el PP de Asturias tomaremos buena nota de esas burbujeantes declaraciones", declaró. A renglón seguido afirmó que ella fue elegida presidenta del partido en Asturias "en un congreso democrático" y calificó de "superficial, poco serio y poco riguroso" alimentar otros debates cuando "está por definir el futuro de España". Antes de enfilar el camino de su escaño, lanzó una última andanada a Gabino de Lorenzo cuando le preguntaron sobre la preferencia del delegado del Gobierno por un congreso abierto para definir el futuro del partido en Asturias: "Congresos como de los de Gabino de Lorenzo de siempre, ¿no?; a mí me parece un buen modelo, congreso abierto como los de él", zanjó.

Ya por la noche, el delegado del Gobierno replicó a Mercedes Fernández y sus "burbujeantes" declaraciones. Con su habitual sorna, De Lorenzo no dejó pasar una. Lo hizo en el vestíbulo del hotel de La Reconquista minutos antes de la entrega del premio "Ovetense del año" al oftalmólogo Luis Fernández-Vega. El exalcalde de Oviedo, hizo el gesto de quien va a entrar en faena haciendo que se escupía en las manos para luego frotarlas y pidió "cinco minutos para saludar" al premiado. Pasado el tiempo, se dirigió a los medios de comunicación presentes, eligió un sitio tranquilo -justo por donde minutos antes Mercedes Fernández y los suyos habían pasado para evitar cruzarse con Agustín Iglesias Caunedo y sus concejales- y empezó la descarga.

Insulto

De mano, De Lorenzo recomendó a Mercedes Fernández no utilizar la ironía. El motivo, porque considera que el sentido del humor "nace con uno", y que "quien nace sin él mejor trataba de no utilizarlo nunca". Y es que el histórico dirigente popular tiene claro que eso que Fernández -por lo de "burbujeante"- quiso convertir en una broma se convierte "prácticamente en un insulto, en una falta de respeto". "Que no utilice la ironía porque no nació con sentido del humor, no le va", insistió.

Luego llegó la hora de analizar las palabras de Fernández sobre los congresos abiertos en Oviedo en sus tiempos como Alcalde y presidente del PP carbayón. "Para darme lecciones de política hay que superar el listón que tengo a mucho orgullo", dijo para destacar las "seis elecciones consecutivas" que ganó a la Alcaldía ovetense. "Ésas sí que son abiertas. Quien no ganó ninguna mejor no hablaba de esto", y tiró del refranero para rematar que "quien no ganó las elecciones ni en su comunidad de vecinos e mejor que no haga uso de la palabra".

Dicho esto, De Lorenzo explicó el motivo de su salida a escena. Lo primero, por lo dicho por Fernández ante la juez del caso Pokémon y que las finanzas del PP cuando llegó al cargo eran "un caos". "Eso no es de compañeros, no me parece moral. Y pongo la mano en el fuego por la gente que estuvo", apuntó De Lorenzo.

Y remató asegurando que "no se puede aceptar que una persona de tu junta directiva pida la dimisión de Mariano Rajoy. Esa persona, que es secretario de no se qué, tenía que haber sido cesado fulminantemente". El delegado del Gobierno se refería en este caso a José Ramón Fernández, vicesecretario de Transparencia del PP asturiano y portavoz de los populares en el Ayuntamiento de Carreño, que solicitó que en el caso de que se repitieran las elecciones generales Génova buscara otro candidato.

De Lorenzo abundó en la necesidad de un "congreso abierto" del PP en Asturias para que se demuestre "lo que piensa y con quién está" la militancia. Y advirtió de que si no es así "volveremos a estar en manos de los tribunales", tal y como sucedió con el congreso del PP en Gijón, "porque no eran de recibo la condiciones que se ponían". Dicho esto, De Lorenzo se dirigió a la cena en honor de Fernández-Vega. A la entrada del comedor se fundió con un abrazo con Caunedo, al que su pupilo saludó con un cariñoso "hola, viejo", y a escasos metros de la mesa que ocupaba Fernández.