La Policía Nacional busca en el pueblo leonés de Matadeón de los Oteros los cuerpos de Trinidad Suardíaz y Suero - natural de Priesca (Villaviciosa) y de unos 56 años- y de su hija, que llevan desaparecidas casi 30 años. Hace unos meses, sus familiares denunciaban a través de LA NUEVA ESPAÑA que llevaban años sin conocer su paradero ni tener noticias suyas. Entonces, los agentes iniciaron la investigación que ahora les ha llevado a León.

La Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta de la Policía Nacional de la comisaría de Gijón, la Unidad Militar de Emergencias y la Policía de León empezaron hoy las excavaciones en el solar donde se ubicaba la casa en la que la maliayesa vivió con su marido, el portugués Antonio María Da Silva. Pero el inmueble tuvo que ser derribado hace unos años porque estaba en ruinas y ocasionaba humedad a las viviendas colindantes. Sospechan que puedan estar enterradas en la antigua bodega y también excavarán en la zona del gallinero. No descartan que puedan aparecer más cuerpos.

La policía portuguesa, a instancias de la gijonesa, le tomó declaración a Da Silva hace un tiempo, pero comentó que no tenían noticias ni de Trinidad Suardíaz ni de su hija. Añadió que tenía intenciones de marchar para Brasil, donde se cree que pueda estar en estos momentos. Desde entonces, no han vuelto a saber más del hombre. La última vez que se supo de la maliayesa fue cuando tras una denuncia por un presunto rapto del marido, que la tenía encerrada en la vivienda, desde donde ella lanzaba mensajes de auxilio a los vecinos en notas, como ya había hecho anteriormente en el pueblo colungués de Castiello, en la parroquia de Lue. Pero ni él ni ella se presentaron entonces en el jucio. La pareja también residió en Berbes (Ribadesella). Un hermano de Trinidad Suardíaz, que vive en Gijón, fue quien formalizó la denuncia de la desaparición en la comisaría de la Policía Nacional de Gijón.