La tasa española de abandono escolar prematuro se sitúa en el 20,3%, unos once puntos menos que en el año 2008, cuando se registraron las peores estadísticas, pero todavía muy lejos del objetivo del 10% fijado por la Unión Europea (UE) para 2020. En ese contexto, la tasa en el Principado se sitúa en 16,8%, siendo Andalucía y Baleares las comunidades en peor situación.

Muchos otros socios comunitarios nos llevan amplia ventaja. La media de la Unión Europea ha bajado al 10,9% en 2015. De hecho, trece países de la UE ya han logrado mejorar ese objetivo fijado para dentro de cinco años. Los aprobados son Alemania, Francia, Dinamarca, Austria, Irlanda y Suecia, así como Lituania, Letonia y Croacia.

España tiene la asignatura del abandono escolar prematuro aún pendiente. Arroja los peores números en esta estadística que en nuestro país creció sin control en las dos últimas décadas al amparo del boom económico, centrado en la hostelería y la construcción. La crisis dejó en cuadro al sector del ladrillo y está en el trasfondo de este recorte del abandono escolar. Hay menos posibilidad de trabajo y los jóvenes se mantienen más tiempo en el sistema educativo.

Por detrás de España figuran Malta (20,1% de abandono escolar), Rumanía (18,9%), Italia (14,6%) y Bulgaria (13,1%). Estonia, Hungría y el Reino Unido se sitúan por encima del promedio con tasas del 11%. Por debajo de la media europea están Alemania, Letonia, Finlandia y Francia superando el 9%. Suecia es el país de la antigua UE-15 con menor tasa de abandono, un 6,6%.