La juez titular de Infiesto decretó la libertad del joven profesor detenido por supuestos abusos a un menor, pero con la prohibición expresa de desempeñar su profesión. Y es que desde el pasado día 1, todas las personas que quieran trabajar con niños, aunque sea en labores de voluntariado, tiene que presentar un certificado oficial que acredite que no tiene antecedentes penales relacionados con delitos sexuales. Así que la prohibición de acercarse a menores es inmediata a la denuncia de unos hechos de esas características, según explicaron fuentes judiciales, aunque incidieron en que "hay que respetar el principio de inocencia mientras no exista una sentencia condenatoria".

Los condenados figuran ahora en el nuevo registro central de delincuentes sexuales y, por tanto, no pueden trabajar con menores de edad.