El exministro de Asuntos Exteriores Miguel Ángel Moratinos visitó Oviedo para hablar en el V Modelo de las Naciones Unidas (OVIMUN) que estos días se celebra en la Junta. Moratinos se mostró muy crítico por la actitud europea ante la crisis de refugiados. No acogerlos, dice, "pone en riesgo la legalidad de los tratados fundacionales de la UE". En clave nacional, pidió a Podemos que apoye al PSOE y se deje de ultimátum y posturas excluyentes.

-Dice que Europa tiene obligación legal de acoger a los refugiados.

-No ha habido diplomacia. No se ha trabajado para resolver el problema inicial, que es la guerra de Siria. Es paradójico que los países que sufren el problema, aparte de los propios sirios, sean los europeos, y que sean Estados Unidos y Rusia los que lleven el liderazgo de la negociación. Europa debe ponerse al frente de una solución política y diplomática, y si no, al menos tengamos la responsabilidad de acoger a quienes tienen todo el derecho de huir de la guerra y hallar protección. No solo es un problema humanitario, lo es de respeto a los tratados fundacionales de la UE.

-Pero los países de la UE no reman en la misma dirección.

-Aquellos países que se apartan de la legalidad europea tendrían que ser sancionados. Si un Consejo acuerda el reparto de un número de refugiados, tiene que aceptarse, lo mismo que esos países están dispuestos a poner la mano para que se les dé para cohesión o infraestructuras.

-¿Falta liderazgo?

-Hay un problema de auctoritas. A Jörg Haider, el líder xenófobo austríaco, se le prohibió ir los Consejos. Hoy escuchamos opiniones más racistas y nadie dice a esos líderes europeos: mire, no puede formar parte de este club. Pero como estamos ante una total falta de responsabilidad de los líderes europeos, hemos llegado al sálvese quien pueda, a ver quién es el que defiende mejor la frontera. No hay política europea.

-¿Se puede calificar de tibia la política española?

-Yo diría que, más que tibia, es casi inexistente. ¿Cómo podemos anunciar a bombo y platillo que vamos a recibir a 15 refugiados? Mi familia, modestamente, ha acogido a cuatro. Hemos pasado de ser un país con iniciativa e influencia a lo contrario. España puede hacer mucho más. Teníamos un modelo para tratar la inmigración ilegal, trabajando política y diplomáticamente en la raíz del problema.

-¿Estamos ante un coletazo de la guerra de Irak?

-Ha sido el mayor error estratégico de la humanidad. Hasta Blair y los think tank conservadores reconocen que fue lo que abrió la caja de Pandora. El Oriente Medio actual, desvertebrado, enfrentado, violento, convulso, se produce a raíz de esa intervención ilegal. Ha impedido un proceso de reformas moderno.

-¿Baschar el Assad tiene que formar parte de la solución?

-Yo creo que es un falso debate que ya ha durado excesivamente. Siempre he mantenido que no se podía ignorar al Gobierno sirio en una solución política. Y ahora se han dado cuenta. La cuestión es que hay que parar la guerra, los muertos, los desplazados. Llevamos cinco años deshojando la margarita. Tenemos que olvidarnos de Baschar y preocuparnos de los ciudadanos sirios.

-El Estado Islámico, ¿ha llegado para quedarse?

-Yo no conozco ningún Estado Islámico, no forma parte de la ONU. No legitimemos algo que no existe. Existe un movimiento político, militar, religioso... Hay que responder con diplomacia y creatividad.

-¿Y la situación española? ¿Aboga por nuevas elecciones?

-Me gustaría que hubiese un gobierno del cambio cuanto antes, pero si no, habrá que ir a votar. Pedro Sánchez lo está haciendo muy bien, buscando los apoyos para ese gobierno de coalición. Y creo que tendremos gobierno de cambio.

-Lo que ocurre es que a su izquierda hay postulados difíciles de digerir para el PSOE.

-Podemos tiene que comprender que tienen que asumir su responsabilidad, la mayoría de los españoles quieren un gobierno de cambio, y lo debe dirigir el que ha obtenido más apoyo, el PSOE. Por tanto, Podemos tiene que apoyar al PSOE para que ese gobierno de progreso sea una realidad, y dejarse de ultimátum y posiciones excluyentes. Aquí los nombres no son lo importante, sino el proyecto. Los españoles decidieron que no hubiese otro gobierno del PP.