Alejandro R. M., un conductor acusado de atropellar mortalmente a un ciclista en el interior del túnel del Rañadoiro, en Cangas del Narcea, aceptó ayer una condena de año y medio de cárcel en el Juzgado de lo penal número 1 de Oviedo. El acusado se reconoció autor de los hechos y aceptó también que se le retire el carné de conducir por un periodo de dos años y un día. Además, tendrá que pagar a la familia de la víctima indemnizaciones que aún tiene pendientes por importe de 13.300 euros.

La muerte de Rogelio Muñiz Álvarez, la víctima de este siniestro ocurrido el 5 de mayo de 2014, en torno a las doce y media del mediodía, causó una gran consternación en el concejo de Cangas del Narcea, donde residía en la localidad de Corias. Muñiz Álvarez, que tenía 48 años cuando falleció, estaba muy vinculado a organizaciones ciclistas del concejo.

En el momento del siniestro, iban con la víctima otros dos ciclistas que resultaron ilesos. El acusado conducía una furgoneta por un tramo recto, de doble sentido de circulación, con las luces encendidas y visibilidad perfecta. El ministerio público sostiene que el acusado, debido a que circulaba sin prestar la mínima atención a las circunstancias del tráfico, no se percató de que delante de él iban, por su mismo carril, los tres ciclistas. No se apartó ni respetó la distancia de seguridad establecida con las bicicletas, tanto delantera como lateral, pese a poder hacerlo porque no circulaba ningún vehículo en sentido contrario y no existía ningún obstáculo de frente. De este modo, al tratar de rebasarlas, en lugar de apartarse al carril paralelo, pasó rozando junto a dos de ellos y terminó golpeando y arrollando al tercero. A consecuencia de este golpe se produjo el fallecimiento de Rogelio Muñiz.

Lágrimas

En el juicio de esta mañana estaba presente su hija Cristina, que le acompañaba numerosas veces en sus recorridos en bicicleta. No pudo contener las lágrimas una vez finalizado el juicio, tras conocer finalmente la condena que deberá pagar el causante de la muerte de su padre.

El fiscal Alejandro Cabaleiro pedía inicialmente una condena de dos años de cárcel y tres años y medio de retirada del carné de conducir. También una serie de indemnizaciones: a la esposa, 140.000 euros por el fallecimiento de su marido, más 3.464,41 euros por los gastos del sepelio y 1.737,43 euros por los daños causados en la bicicleta que conducía la víctima, y a cada uno de sus dos hijos, 11.600 euros.

El ministerio público accedió a reducir esta solicitud de penas debido al reconocimiento de los hechos por parte del acusado y al haber satisfecho buena parte de las indemnizaciones requeridas.