Los problemas del sueño constituyen una epidemia global que amenaza la salud y la calidad de vida de hasta un 45% de la población mundial. Muchos de los trastornos del sueño se pueden tratar y prevenir, sin embargo, menos de un tercio de los pacientes buscan ayuda profesional. Hoy se celebra el Día mundial del sueño, y los expertos insisten en recordar la importancia de tener un sueño sano para la salud en general y los peligros que puede acarrear la automedicación.

"Hay una sobremedicación enorme, cuando en realidad muchas personas no necesitan tratamiento farmacológico sino estrategias de tipo conductual. Un mismo fármaco puede ser eficaz para unos casos y contraproducente para otros, por lo que siempre es necesario acudir al especialista", advierte el doctor Francisco Segarra, delegado en España del Día mundial del sueño.

El especialista apunta que el insomnio, que sufren más de cuatro millones de españoles, "es síntoma de algo, por lo que la primera medida a tomar sería buscar la causa".

El mayor error que comete el ser humano a la hora de dormir, explica Segarra, es "pensar que el sueño es un proceso que viene solo; en muchos casos es así pero tenemos que mentalizarnos que debemos llegar al sueño preparados".

Para ello, por ejemplo recuerda que a partir de las ocho de la tarde debería de comenzar un proceso de desconexión, evitar actividades estresantes y no hacer ejercicio a última hora del día porque "creemos que nos cansaremos y dormiremos mejor, pero el efecto es el contrario".

Segarra también recomienda evitar la exposición a la luz de los aparatos electrónicos. "Trece minutos de exposición a la luz del ipad o el móvil disminuye un 50% la secreción de melatonina, que es la hormona que provoca el sueño", advierte.

Uno de los problemas del sueño más preocupantes es la llamada apnea del sueño -interrupción frecuente de la función respiratoria durante el sueño, que impiden que tenga una función reparadora-, que afecta a más del 25% de la población adulta y al 6% de los niños.

"La apnea del sueño puede dar lugar a dolencias graves como la hipertensión arterial, la trombosis cerebral, la angina de pecho o el infarto de miocardio. Aún así, el 80% de las personas que la padecen, lo desconocen", lamenta Segarra. Al tiempo, advierte de que aún hay un desconocimiento incluso en el personal médico. "Muchas veces por falta de tiempo, los médicos de cabecera recetan pastillas para dormir, pero eso sólo debería de ser una solución transitoria; las unidades del sueño tratan todas las patologías del sueño y a personas de todas las edades", describe el especialista.

Por su parte, la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR) alerta de que en el año 2026 la apnea del sueño será la enfermedad respiratoria con mayor incidencia en la población. Se estima que, en los próximos diez años, el diagnóstico de personas con esta dolencia crecerá en España un 4,2%, una cifra levemente más baja al crecimiento experimentado en los últimos 10 años, que fue del 4,6%.

Atención a los síntomas

No obstante, el coordinador del Área de Sueño de SEPAR, el doctor Carlos Egea, coincide en que actualmente existe "un elevado infradiagnóstico, aunque el conocimiento de la población en general y de los profesionales cada día es mayor, obligando a los expertos y a los médicos de Atención Primaria a estar atentos a la presencia de factores de riesgo y llevar a cabo estrategias para detectar esta patología", explica.

El doctor Egea incide en que la apnea suele afectar a hombres con sobrepeso, roncador y mayor de 65 años, sin embargo también afecta a las mujeres, especialmente a partir de la menopausia. Las mejores medidas preventivas de la apnea son las prácticas continuadas de hábitos saludables como una dieta equilibrada, evitar el sobrepeso, hacer ejercicio físico de forma regular, abandonar el tabaco y evitar el alcohol.