"Veo a Obama de paseo por La Habana y lo hace con tanta naturalidad que es como si hubiera vivido toda la vida allí".
Bárbara "Baby" Marín es portavoz de la asociación "Cien x Cien Cubano", que aglutina a los cubanos en Asturias. La comunidad lleva un par de días pegada a los medios de comunicación viviendo desde la distancia y desde la emoción la histórica visita del presidente de los Estados Unidos a la isla.
"Vi las imágenes de la llegada del avión y reconozco que se me llenaron los ojos de lágrimas", asegura Gisela Seisdedos, cubana de 52 años que vive en Asturias desde hace ocho. "Estoy convencida de que estamos ante uno de los grandes hechos históricos de este siglo", añade.
Gisela y Baby ponen voz a los cubanos en Asturias, que se cuentan por varios centenares. Y en este entorno, ambas rompen una lanza en favor de España "que jamás dio la espalda a Cuba, incluso en los momentos más duros". Las relaciones sociales y empresariales entre ambos países inician ahora una nueva época, favorecida por la distensión.
"La visita del presidente Barak Obama es un paso muy grande para ambos países, no solo para Cuba", argumenta Baby Marín quien, sin embargo, aconseja tomárselo con calma porque los plazos en política son los que son. "Hay muchas asignaturas pendientes. El bloqueo económico sigue ahí, y también está pendiente la devolución de Guantánamo. Llevará su tiempo ir superando todos estos escollos". Pero el primer paso está dado.
"De aquí tiene que partir todo", dice Gisela Seisdedos, nacida en La Habana, con abuelo y bisabuelo españoles. Un buen "cóctel sanguíneo", que comparte mucha población de Cuba. "Se abren nuevas oportunidades porque mantener la situación de años atrás ya no era posible. No íbamos a llegar muy lejos". Gisela no duda en lanzar todo un bravo por el presidente estadounidense: "Para mi Obama se ha convertido en un personaje queridísimo". Ha puesto valentía en el empeño, en momentos especialmente sensibles en la política norteamericana, con la campaña presidencial ya a toda máquina.
El siguiente paso, propone Baby Marín, que nació en Santiago de Cuba, es que el presidente cubano visite los Estados Unidos: "supongo que diplomáticamente hablando es una visita casi obligada" después del gesto de Obama y familia.
Cuando las imágenes nos transportan a La Habana y a un presidente estadounidense paseando bajo la lluvia, comiendo en un restaurante popular y saludando a la gente por la calle, Gisela Seisdedos y Baby Marín reflexionan en torno a "lo absurdo" de más de medio siglo de bloqueo que no favoreció a ninguna de las partes en litigio y que sufrió el pueblo cubano en toda su crudeza.
La isla lo vivió con creciente dificultad "sobre todo en la década de los 90, cuando la crisis golpeó fuerte. Ahora muchos cubanos están viviendo los acontecimientos con mucha ilusión, sobre todo por lo que puede representar para el turismo de la isla", explica Gisela.
Una duda final compartida en el horizonte: ¿quién ganará las elecciones presidenciales USA el próximo mes de noviembre?
Del nombre del candidato y su ideología depende el futuro de las relaciones bilaterales entre los Estados Unidos y Cuba. Para empezar, Donald Trump calificó de disparate la visita de Obama.
