La Consejería de Sanidad ha llegado a un acuerdo con los centros concertados de Jove y Cruz Roja para este año que asume las indicaciones de la Sindicatura de Cuentas para lograr una gestión más eficaz y transparente y amplía el servicio de hemodiálisis en el área gijonesa con la creación de una unidad en Jove que permitirá reducir la presión asistencial en los hospitales de Cabueñes y Cruz Roja.

El consejero de Sanidad, Francisco del Busto, ha visitado hoy los dos hospitales para cerrar unos acuerdos que deberán ser refrendados por el consejo de administración del Servicio de Salud del Principado de Asturias (Sespa). Del Busto, que ha estado acompañado por el gerente del Sespa, José Ramón Riera, se ha reunido con la gerente de Jove, Laura García; el presidente del patronato de la Fundación Hospital de Jove, Romualdo Trancho, y el gerente de Cruz Roja, Pedro Herce.

La nueva unidad de hemodiálisis de Jove atenderá a una población aproximada de 60.000 personas (estarán adscritos los pacientes procedentes de los centros de salud de Candás y El Empalme, en el concejo de Carreño, y La Calzada, Natahoyo y Tremañes, en Gijón) y tendrá una capacidad similar a la del Hospital Vital Álvarez Buylla, en Mieres, que cuenta con 32 puestos de diálisis. No obstante, el consejero ha señalado que, si fuera necesario, el número de máquinas se puede ampliar.

El consejero también ha asegurado que tanto Jove como Cruz Roja "son dos centros fundamentales, bien recibidos por la población, muy necesarios, que están haciendo una labor importante y tienen una calidad más que notable". Gracias a los acuerdos asumidos por el titular de Sanidad y los responsables de ambos complejos hospitalarios, Jove y Cruz Roja mantendrán la actividad pactada en años anteriores.

Reducción de las listas de espera

Por otra parte, y en relación con las listas de espera, Francisco del Busto ha explicado que las cifras asturianas siguen estando entre las mejores del país y que las demoras se han reducido en unos 8.000 pacientes en los meses de enero y febrero. "Especialmente en pruebas diagnósticas y en consultas externas, justamente donde estamos trabajando más intensamente, porque nos parece fundamental que los pacientes tengan cuanto antes un diagnóstico", ha señalado.

El mes pasado se redujeron las esperas en pruebas diagnósticas en casi 4.000 pacientes y otros 1.000 en consultas gracias, sobre todo, a una notable mejora de rendimiento, que ha hecho posible que la ocupación de las salas ronde ya el 95%. La demora quirúrgica de más de seis meses se redujo en casi 230 personas en febrero.