Si la variante ferroviaria de Pajares está sufriendo nuevos retrasos no es por falta de dinero. El Ministerio de Fomento sostiene que los Presupuestos Generales del Estado para el presente ejercicio garantizan las partidas económicas necesarias para poner en servicio antes de que concluya el año el primer túnel bajo la Cordillera. A partir de ahí, reclama a las constructoras que agilicen las obras para poder abrir cuanto antes un paso subterráneo que acortará en unos 40 o 45 minutos el tiempo de viaje en tren entre Asturias y Madrid. No obstante, las fuentes consultadas en el departamento que dirige en funciones Ana Pastor reconocen que las complicaciones que se están encontrando las constructoras para afianzar la ladera inestable de las inmediaciones de Campomanes puede dar al traste con el objetivo de inaugurar la Variante en este 2016, plazo que varios técnicos ligados a las obras consideran ya muy complicado de cumplir a la vista de la marcha de los trabajos.
Tal y como adelantó LA NUEVA ESPAÑA hace meses, los retrasos acumulados y las dificultades con el talud de Campomanes impiden que la Variante pueda abrir al tráfico hasta finales del presente año. A los problemas de filtraciones de agua al interior de los túneles, que ya están solventados, y a las complicaciones con el talud de Campomanes se les ha unido el conflicto entre Dragados, la empresa encargada de instalar las vías en la vertiente asturiana del tendido, y el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif). La compañía exige más dinero para ejecutar una actuación adjudicada en 9,28 millones de euros y el Adif ya le ha dejado claro que no aportará ni un euro que no esté justificado y que no aceptará presiones.
Vías sin instalar
La consecuencia de este desencuentro es que todavía no se ha ni iniciado la instalación de los 23 kilómetros de raíles adjudicada a Dragados, una empresa del presidente del Real Madrid, Florentino Pérez. Aunque ni el administrador ferroviario ni la constructora han aclarado este extremo, fuentes ligadas a los trabajos aseguran que Dragados ha renunciado al contrato y que ya ha devuelto la fianza de la Administración. De confirmarse tal circunstancia, sería necesario repetir el proceso de licitación y adjudicación, lo que se traduciría en varios meses de retraso adicional.
La demora en la instalación de vías en la vertiente asturiana de la Variante amenaza con paralizar absolutamente las obras en el gran túnel a partir del mes que viene, una vez que concluya la colocación de los raíles por la parte leonesa del trazado, que ya está muy avanzada. En el paso subterráneo aún están pendientes la seguridad, las telecomunicaciones, la señalización o la catenaria definitiva, según indican fuentes ligadas al proyecto.
Técnicos que conocen bien la obra pública aseguran que conflictos empresariales como los que se ahora se plantean en la Variante obedecen a que las compañías pujan muy a la baja por proyectos, con el objetivo de asegurarse actividad en tiempos de crisis y confiadas en incrementar el presupuesto a través de unos modificados que cada vez son más difíciles de conseguir. El prolongado periodo de inestabilidad política que vive el país tampoco ayuda a agilizar los trabajos en Pajares. Los cargos políticos están en situación de interinidad y así es muy complicado que se den de paso adjudicaciones o que se autoricen pagos extraordinarios y modificados de obra, aunque sean necesarios para concluir la actuación.
Las obras de excavación de la variante arrancaron en el mes de julio de 2005 desde Pola de Gordón. En aquel acto, el entonces presidente del Gobierno, el socialista José Luis Rodríguez Zapatero, anunció que Oviedo y León estarían unidos por AVE en 2009, un plazo que, en realidad, era el previsto para acabar los trabajos de perforación de la Cordillera. Posteriormente, Fomento, con José Blanco al frente, fue retrasando la apertura del túnel. Primero a 2012. Luego, a los primeros meses de 2013. Mariano Rajoy, instalado en La Moncloa, mantuvo el compromiso de 2013 hasta que la realidad se llevó por delante tal previsión.
Ana Pastor sostuvo que el primer túnel de la Variante entraría en servicio a finales de 2015, algo que tampoco se cumplió. El objetivo pasa ahora por abrir a lo largo de este 2016. No será fácil, advierten los técnicos: queda mucha obra y un exigente periodo de pruebas y homologaciones.
