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Apuntes De Mecánica Política

Quince años de paz socialista a punto de saltar por los aires

Las diferencias internas en la FSA respecto al futuro del partido en el ámbito federal, explícitas en la última reunión del comité autonómico, ponen sobre la mesa una fractura inédita en tres lustros

Quince años de paz socialista a punto de saltar por los aires

Cuando Adriana Lastra concluyó su intervención en el comité autonómico de la Federación Socialista Asturiana (FSA) el pasado sábado, día 19 de marzo, se cruzaron las miradas entre algunos de los presentes. Hubo quien vio en ella un claro marcaje de territorio en defensa del liderazgo de Pedro Sánchez frente a la posición más matizada que ha mantenido la FSA. Algunos lo calificaron de "lógico mensaje para defender su papel en Madrid"; otros de "claro discurso para marcar una corriente de cara a un congreso regional". ¿Podía Adriana Lastra hacer otra cosa distinta que defender la actuación de una ejecutiva federal a la que ella misma pertenece? Quienes creen que sí ponen como contraejemplo la intervención inmediatamente posterior de María Luisa Carcedo, también integrante de la ejecutiva de Pedro Sánchez, más expositiva y con menos valoraciones.

"Es la primera vez desde que Javier Fernández es secretario general que veo una arremetida así", confiesa uno de los que asistieron al cónclave. En el horizonte se vislumbra "una discrepancia de fondo que no sólo será determinante en un congreso federal, sino que también se percibirá en los regionales". Tal es así que hay quienes creen que podría afectar a la decisión de Javier Fernández de volver a presentarse a la secretaría general en Asturias.

Los próximos calendarios en el PSOE federal vuelven a hacer saltar las chispas mientras crece el dibujo a trazo grueso de un sector de "pedristas" capitaneado por Adriana Lastra, arañando apoyos en Asturias hasta el punto de poder constituir un colectivo que quiera hacer su valer su peso en el futuro congreso regional. Debilitado el liderazgo de la UGT a la hora de mantener prietas las filas, la FSA entra en un terreno movedizo tras quince años de estabilidad bajo el influjo de Javier Fernández.

El caballo de batalla estos días ha sido la fecha del 39 congreso federal. Está fijada después de varios tiras y afloja para los días 20, 21 y 22 de mayo. La ejecutiva de Pedro Sánchez mantiene que esa fecha se estableció después de las dudas planteadas por varias federaciones, incluida la asturiana. Si el sector que lideran algunos barones como Susana Díaz quisiera plantear otro candidato a la secretaría general, (y crecen los rumores de que la andaluza está dispuesta a lanzarse) los socialistas deberían acudir a primarias el 8 de mayo. ¿Quién daría el paso en esas condiciones, arriesgándose a debilitar la imagen del PSOE ante unas nuevas elecciones generales?

Por eso, los barones territoriales son partidarios de que sea la ejecutiva federal la que tome la decisión de aplazar el congreso hasta el otoño, mientras el equipo de Pedro Sánchez asegura que sólo lo hará si se lo piden las federaciones de las diferentes autonomías.

No hay fecha aún para una reunión que pudiese discutir un cambio en el calendario. Ante un escenario nuevo, agotadas las opciones de alianzas de Pedro Sánchez, lo lógico es que la decisión de cambiar la fecha la tome la dirección federal, sostienen en Asturias.

El pasado sábado, Adriana Lastra dijo a las claras que su voto para el próximo secretario federal iría para Pedro Sánchez. Esa manifestación, en una FSA proclive a que las cosas ocurran a su debido tiempo, levantó más de una ampolla. Tocará "contar indios" de cara a los próximos procesos para renovar los órganos de control del partido, sostienen algunas fuentes. También cuestionan que vinculase el respaldo al pacto con Ciudadanos con el refrendo al liderazgo a Pedro Sánchez.

¿Realmente los "pedristas" estarían dispuestos a presentar una candidatura para pugnar por el poder en el PSOE asturiano? Adriana Lastra ha señalado, en reiteradas ocasiones, que no cabe duda sobre su respaldo a Javier Fernández aunque, ahí está el matiz, pueda discrepar de él en el ámbito federal. Pero hay dirigentes del PSOE que consideran irreconciliables ambas posturas.

Los afines a Pedro Sánchez en el Principado tienen entre sus principales referentes además de a la propia Lastra, al alcalde de Laviana, Adrián Barbón; el regidor corverano, Iván Fernández, o el secretario general del PSOE sierense, Roberto Morís. Pero su influencia se ha "esponjado" en las últimas semanas hacia alcaldes y territorios que han podido percibir distancia de los actuales dirigentes de la FSA, aseguran algunas fuentes.

El escenario futuro se vislumbra convulso. Tras el congreso federal, el PSOE desarrollará congresos en las distintas federaciones autonómicas. La agenda de Javier Fernández, una vez que ya ha dejado claro que no se presentará a la reelección en unas próximas elecciones autonómicas, pasaba por optar de nuevo a la secretaría general en Asturias ahora y tejer una sucesión ordenada para 2019, evitando que los codazos por sucederle lleguen a mayores.

Pero será necesario elegir compromisarios para la cita federal y ahí se prevé una batalla por llevar a Madrid partidarios o detractores de Pedro Sánchez, en el caso de que hubiese alternativa. Ante un escenario así, se abre una hipótesis hasta ahora no prevista: la de que se adelante la confrontación por el poder en la FSA. O aun en el caso de que Javier Fernández concurra (nadie se atrevería a plantear un candidato alternativo a él) que su ejecutiva quede claramente marcada por el sector de los "pedristas".

Un aplazamiento de los congresos daría más aire a unos socialistas que se frotan las manos con la crisis de Podemos pero que admiten: "El volcán de Pablo Iglesias no sería nada comparado con el nuestro". Por medio hay unas más que probables elecciones generales que podrían servir como evaluación para Pedro Sánchez.

Eso sí, pasado el proceso electoral Susana Díaz tendría el camino libre para disputar el liderazgo del PSOE. Al mismo tiempo, el resultado de ese comité federal tendría sin duda eco, igual que las réplicas de un terremoto, en las diferentes comunidades autónomas. Aunque es difícil prever el resultado hay quienes ya ven indicios de fractura también en el Principado de Asturias, donde ha reinado la paz de tres lustros de control de Javier Fernández.

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