Los ayuntamientos de Oviedo, Gijón y Avilés serán los encargados de seleccionar a las primeras diez personas que ahora duermen en la calle para que pasen a residir en una vivienda unipersonal individualizada. Todas ellas tendrán un "tutor" profesional especializado que le hará un seguimiento continuo para ver su evolución. La mejoría en la integración permitirá que ese acompañamiento se traduzca en la búsqueda de salidas profesionales y el establecimiento de obligaciones para el residente. Los beneficiarios de este programa de integración en vivienda normalizada se someten periódicamente a una evaluación en la que se analizan varios indicadores. Que son: satisfacción con la vida; seguridad en el alojamiento; acceso a actividades de ocio; salud; relaciones familiares; relaciones sociales; mejora de la situación económica, y aspectos relacionados con su sensación de seguridad.
El director general de Vivienda, Fermín Bravo, explicó que "los estudios y evaluaciones realizados hasta ahora revelan que el cambio de las personas que entran en el programa son radicales e inmediatos". Uno de los más evidentes es que " vuelven a tener relación con sus familias, con las que pierden contacto porque ellas mismas se separan cuando llegan a esta situación de vulnerabilidad. Pero en cuando tienen un lugar donde dormir y comer y se sienten seguras, van ganando confianza en sí mismas, y las mejorías son muy rápidas", añadió Bravo. El Principado ya mantuvo una primera reunión para presentar su programa y coordinarse con los ayuntamientos de Oviedo, Gijón y Avilés, que seleccionarán a los primeros beneficiarios y participarán también en la elección de las viviendas que ocuparán los beneficiarios de este programa.
