Mercedes Fernández agitó el demonio de la "política radicalizada hacia la izquierda" hablando del futuro de Asturias, del presidente del Principado y de su intención de encontrar en Podemos el apoyo que necesita para sostener a su Gobierno. En su alegato de apertura del comité ejecutivo regional del PP, la presidenta de los populares asturianos dio por hecho ayer que la simple mirada de Javier Fernández hacia la formación morada, y su rechazo de la mano que en su día le tendió el PP a cambio de una rebaja fiscal, consigue que se avecine un escenario en el que "las políticas se radicalizan hacia una izquierda no acreditada en Europa ni en España" y de la que "alguna experiencia tenemos en Oviedo".

Soslayando los múltiples y persistentes desencuentros entre los socialistas y Podemos en el Principado, la líder del PP de Asturias equiparó el origen de los males que amenazan a Asturias con la génesis de los que se avecinan en España por la "rabieta política" con la que sostiene que el secretario general de los socialistas, Pedro Sánchez, "bloquea" la formación de un Gobierno para el país. Fernández, que mañana preguntará en la Junta al Presidente por el estado de sus conversaciones con Podemos, hizo también, mirando hacia dentro, una llamada al cierre de filas sin citar los conatos de rencilla interna desatados en las últimas semanas. En la primera reunión del comité tras su intercambio de palabras con el delegado del Gobierno, Gabino de Lorenzo, la prsidenta del PP invitó a su partido a "una reflexión colectiva para que no nos distraigamos con cosas que no son importantes" y mandó por delante la necesidad de hacer "que la sociedad asturiana nos perciba como un partido serio, sólido y cohesionado". Uno que le diga a los asturianos, apostilló, "que estamos en las instituciones para resolver sus problemas, no los nuestros". La petición era, dijo, de "cabeza, inteligencia política y empatía", y el mensaje, que "hay sitio para todos, pero no el mismo".

Sólo así, con las filas prietas, vino a decir, podrá el PP materializar la "hoja de ruta perfectamente diseñada" que le hace considerarse "alternativa de gobierno" y "aspirar a cambiar esta región después de treinta años de socialismo lánguido y caduco".