El consejero de Empleo, Industria y Turismo, Francisco Blanco, desligó ayer la reciente destitución del director general del GITPA de la investigación judicial en la que la empresa pública de telecomunicaciones se halla incursa por las supuestas irregularidades en la obra de cableado del occidente de la región. Eduardo González Bayod ha dejado el cargo, eso dice la versión del Principado, por la voluntad de la Administración "de impulsar un cambio en GITPA y de iniciar una nueva etapa para relanzar la actividad de la empresa en la superación de la brecha digital". Nada que ver, sostiene, con las pesquisas judiciales de la llamada "trama del cable".

Blanco añadió ayer en la Junta, a requerimiento del PP, que no se prevén más destituciones. Lo hizo justo antes de que el diputado popular José Agustín Cuervas-Mons dejase claro que "no me creo que el relevo obedezca a un cambio de gestión". Mientras el parlamentario del PP blandía las fotografías publicadas en LA NUEVA ESPAÑA, con el ya exgerente saliendo de la sede de la empresa cargando cajas de documentos, mientras exigía evitar una "fuga de papeles" de la compañía, el Consejero le devolvía las mismas acusaciones de contradecirse. En el intercambio de golpes, Cuervas-Mons reprochó a Blanco que hubiese echado a González Bayod después de haber afirmado que no lo haría mientras no se demostrase la comisión de supuestos delitos y Blanco afeó a Cuervas-Mons que le hubiese pedido la destitución y que ahora que la tiene, abuchee en vez de aplaudir. Lo que pretende el PP, acabó el Consejero, no es aclarar los hechos, "sino utilizar una cosa y la contraria para tratar de erosionar a este Gobierno".

De la maraña del debate sacó el titular de Empleo el anuncio de que el consejo de administración de la empresa aprobó ayer la contratación de una empresa externa para que ponga en marcha el proceso de selección del nuevo gerente. Blanco garantizó que esa designación se efectuará con respeto a los principios de igualdad, mérito y capacidad que exige el proceso.