El presidente del Principado, Javier Fernández, ha advertido hoy de que, dos años después de su puesta en servicio, "pocos discutirán" que la construcción del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) "fue un acierto" pese "al relato apocalíptico que se propaló durante los primeros meses".

Fernández, que ha hecho estas afirmaciones durante la firma del convenio para la creación del Instituto de Investigación Sanitaria del Principado, ha recordado "la riada de noticias mayormente negativas que desencadenó" su entrada en funcionamiento y que el HUCA se encamina ahora "a ser uno de los centros de excelencia de España".

"Me pregunto -ha apuntado- por qué hubo esa reacción inicial tan desaforada, tan rendida al discurso fácil del caos, tan poco comprensiva con las dificultades iniciales y tan avara con lo que constituía, a todas luces, un logro colectivo", ha subrayado.

El jefe del Ejecutivo regional ha incidido además en "la paciencia y tenacidad" necesaria de quienes sostuvieron la idea "contra todos los reveses y negativas que recibieron" para echar a andar un proyecto "al que hubo quien se opuso".

Además, tras asegurar no ser "sospechoso de tener gusto por las placas", ha subrayado que ni inauguró el HUCA -"cosa que me ha valido más de un reproche interno", ha advertido-, ni se preocupará nunca de que graben sus apellidos "en una chapa de metal".