"Efecto llamada" y complicaciones en la matrícula. Estas son, en síntesis, las consecuencias que aprecian decanos y directores de centros ante la última propuesta del Vicerrectorado de Estudiantes de implantar "numerus clausus" en todos los grados de ingeniería para el próximo curso. La Politécnica en Gijón, y Minas, Informática y Química, en Oviedo son los afectados, aunque no creen que la medida implique que queden estudiantes fuera.

"La previsión es que entren todos los preinscritos", subrayó el director de Minas, Francisco Blanco. En la Politécnica de Gijón "nuestra comisión de gobierno ya lo había solicitado", mencionó Juan Carlos Campo. En Mecánica o Electrónica necesitaban hace tiempo "numerus clausus" pero "chocaba" que no se hiciera en todos, por eso se extendió. "A nosotros el límite nos da igual. Si nos dicen 500 en Electrónica, los admitimos pero tienen que poner los recursos para ello", reivindicó Campo.

A su juicio, la decisión repercute sobre las matrículas al generar cierta "complicación", opinión en la que coincide con el director de Minas que añade la excesiva "rigidez" de los equipos de la Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación (Aneca) en la evaluación de los grados. Tecnologías Mineras tiene el límite más bajo -50 alumnos- pero tampoco esperan dejar a nadie fuera. Blanco sí cree que podría tener un "efecto llamada". En los primeros años de Bolonia recibían 70 alumnos pero este curso fueron 33. Ingeniería Química es otro grado con "numerus clausus". Su decano José Manuel Fernández Colinas coincide en los problemas administrativos pero también en el atractivo que podría generar en la primera fase de matrícula.