El Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) ha dotado de un suministro alternativo a todas las localidades leonesas que se quedaron sin sus manantiales tradicionales a causa de las obras de la variante ferroviaria de Pajares. "No hay ningún pueblo que esté sin agua", asegura un técnico que trabajó en la reposición de las traídas afectadas y que no ve justificada la denuncia ante la Unión Europea (UE) que ultiman las parroquias de la montaña leonesa para reclamar que el agua de sus ríos y arroyos que "chupan" los túneles hacia Asturias se restituya a la cuenca hidrográfica del Duero. "Tienen que tener en cuenta que esos cauces no son de León, sino de todos los españoles", afirma este profesional de larga experiencia en la obra pública.
Frente a esta tesis, Carlos González Antón, el catedrático en Derecho Administrativo que lleva el caso para las parroquias leonesas afectadas, asegura que lo que está ocurriendo con los ríos de la Cordillera es "inaceptable e inasumible" y que, además, "incumple la normativa comunitaria". Por ello, el letrado exige "medidas correctoras" al administrador ferroviario.
El Adif ejecutó hace unos años una actuación para canalizar el arroyo Alcedo, que era uno de los que más agua filtraba al túnel. Este organismo, que depende directamente del Ministerio de Fomento, cuenta con un proyecto para hacer obras similares en el resto de cauces afectados, Sin embargo, no está prevista llevarlo a cabo ni a corto ni a medio plazo.
En su momento, se estudió la realización de un gran bombeo desde Lena para devolver el agua a León, pero tal posibilidad quedó descartada por su elevado coste. La aportación actual de los acuíferos al interior de la Variante es de unos doscientos litros por segundo. Los técnicos garantizan que estas filtraciones no tendrán incidencia en la seguridad del tráfico ferroviario.
