Los mayores déficits en el sector de la discapacidad residen en la inclusión social. Este es el diagnóstico que realizan desde el grupo de investigación de la Universidad de Oviedo acreditado por la ANECA sobre discapacidad. Asunción Monsalve, Yolanda Fontanil, Laura Gómez y Ángeles Alcedo conforman el equipo de trabajo, apoyado por Benito Arias, Marc J. Tasse y Miguel Ángel Verdugo como colaboradores externos. Fruto de su labor investigadora son estudios como el que trataba de analizar la situación de los estudiantes con discapacidad en la Universidad de Oviedo que previamente había iniciado el profesor Antonio León Aguado Díaz.

"Ha habido progresos importantes pero aún quedan muchas cosas por hacer", subraya Ángeles Alcedo. "Hay barreras también en la adaptación curricular y en las ayudas técnicas para tener una plena integración", continúa la docente de Psicología Evolutiva. Su compañera Laura Gómez explica que su grupo también participó en un proyecto de investigación de la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas (CRUE) y la Fundación Once para formación curricular. "Es un estudio de las guías docentes, no solo de las situaciones de discapacidad y lo que vimos es que se dejaban de lado cuestiones como accesibilidad y diseño para todos", mencionó Gómez.

Hoy, lamentan las integrantes del grupo de discapacidad, un alumno puede realizar estudios de Psicología en la Universidad sin oír nada de discapacidad.

En cuestiones de género y discapacidad, agrega la profesora Alcedo, "hay mucho desconocimiento". Fruto de una estancia en la Universidad de Masachussetts, comenzaron a poner el foco en este ámbito. "Nos parece relevante porque se encuentran en una situación desconocida y son personas en mayor riesgo de exclusión, en algunos casos, muy grave, porque con ellos existe una doble discriminación", subraya la docente universitaria. La violencia en el sector de la discapacidad es un tema sobre el que existe "un gran pacto de silencio", asegura, "apenas aparece recogido en estudios científicos y tiende a estigmatizarse". Las cuatro integrantes del grupo de investigación son también docentes del máster de Género de la Universidad de Oviedo. "Todo el trabajo se ha realizado para dignificar a las personas con discapacidad", subrayan sobre su extensa labor investigadora. Alcedo opina que la realidad del colectivo ante situaciones de violencia es "crítica" porque también se cuestiona la credibilidad del testimonio de una persona discapacitada.

Si el análisis se traslada al colectivo de personas mayores la investigación se centra en cuestiones como calidad de vida, derechos y autodeterminación. "También hemos abordado la calidad de vida y necesidades de las personas con discapacidad que envejecen", resaltan las investigadoras, al tiempo que añaden: "Es un reto que necesita respuesta urgente". Laura Gómez recuerda que "ha habido avances, aunque se retrasen algunas actuaciones". La historia de la discapacidad, precisa Ángeles Alcedo, ha estado también muy condicionada por los recortes económicos sucesivos, "con avances y retrocesos" pese a tratarse, el colectivo de la tercera edad, "uno de los sectores con mayor riesgo de exclusión" porque ni siquiera en entornos residenciales existen recursos adaptados.

En la población infantil, aprecia Asunción Monsalve, especialista en alteraciones del lenguaje, sí ha habido avances importantes en la detección precoz. Así, recuerda que Asturias fue una de las comunidades pioneras en el desarrollo de planes de acción para atender la discapacidad auditiva en las primeras etapas. "Hoy a los seis meses ya están diagnosticados cuando hace 20 años llegaba cuando el niño ya tenía 5 años", recuerda Monsalve. "Ya no se hace rehabilitación sino habilitación", prosigue la profesora sobre los avances en prevención de hipoacusia infantil. Las deficiencias siempre están, al final, "en la inclusión social", apunta Laura Gómez, independientemente del tipo de discapacidad o del grupo de edad.

Yolanda Fontanil explica que también han trabajado con Fundación CTIC en un proyecto para abordar trastornos del espectro autista a través de las nuevas tecnologías. Una iniciativa orientada, como el resto de trabajos del grupo, a la plena integración del colectivo de la discapacidad.

En la población universitaria, además de las barreras arquitectónicas y sociales de comunicación se encuentran desajustes también al otro lado, en la población general o sin discapacidad, donde falla la sensibilización. A veces, los propios docentes reconocen que "no tenemos información" sobre cómo atender esa diversidad. "El reto es la plena inclusión" y dejarles "ser partícipes de nuestro mundo", concluyen.