Gregorio Morán, periodista, presentó la nueva edición de su libro "El precio de la Transición" en una conferencia organizada por "La Ciudadana" en la Librería Cambalache de Oviedo, ante una ancha audiencia formada por todas y un perro. Así lo hizo notar. Agradeció la presencia "a todas y no a todos y a todas porque me recuerda a José Luis Rodríguez Zapatero y me pone de los nervios. Todos somos todas ". También comentó: "Es la primera vez que un perro asiste a una de mis conferencias", en referencia al que llevaba, de entre todas, una chica.

Después de adueñarse de la atención con el resumen de que la Transición fue el fracaso definitivo de la izquierda y la victoria de la derecha, dijo que el proceso lo habían hecho seis personas, tres de ellas asturianas. Sabino Fernández Campo, secretario de la Casa del Rey; Torcuato Fernández-Miranda y Hevia, presidente de las Cortes y del Consejo del Reino, y Santiago Carrillo Solares, secretario general del Partido Comunista. Por sus entrevistas con Torcuato en el chalé de Somió, Morán pudo catalogarlo como "uno de los hombres más perversos que he conocido en mi vida". Añadió que Torcuato y Carrillo tenían en común que no habían ejercido de asturianos. Señaló una excepción. Fernández-Miranda le reprochó a Adolfo Suárez González, presidente del Gobierno entonces, y le comentó a Juan Carlos I, Rey de España, que "quien tendría que haber conectado con Carrillo era yo". (El puente entre el líder comunista y el Gobierno fue José Mario Armero, escritor y presidente de la agencia de noticias "Europa Press"). Una razón que dio fue "porque los dos somos asturianos". Es la única seña de asturianía que Morán oyó en sus conversaciones con Torcuato (familiarmente "tío Tato").

En inglés

Luis Hernández, jugador del Sporting de Gijón, está en el punto de mira del Liecester, equipo que actualmente lidera la Premier League, el campeonato futbolístico de equipos ingleses y galos. El interés del club británico en el jugador ya es la comidilla en el Sporting, tanto que los compañeros de equipo de Hernández no dudaron en entregarle con motivo de su cumpleaños una tarjeta con un rotundo: "Happy Birthday". Por si tiene que ir acostumbrándose.