Utilizar la bicicleta como parte del entrenamiento es una opción que cualquier corredor debería probar alguna vez. No se trata de reemplazar la carrera a pie, sino de aportarle otra dinámica a la rutina de los entrenamientos específicos. Una alternativa válida tanto para los deportistas amateurs como para aquellos que participan en competiciones. Dar el salto de sólo correr a sumar otra disciplina deportiva en una misma prueba siempre debe hacerse, según los expertos, de menor a mayor esfuerzo. De esta manera, el cuerpo asimila el cambio y se adapta a la novedad.

La búsqueda de nuevos objetivos lleva a muchos corredores a pasarse al duatlón y al triatlón, dos pruebas que combinan el running con el ciclismo y la natación. En la actualidad, existen diversas competiciones de diferente intensidad, para que los deportistas puedan probar nuevas sensaciones.

En lo referente a duatlones, los hay por asfalto y también cross. La diferencia sustancial entre ambos es la bicicleta que se utiliza. El sprint cuenta con 5,20 y 2,5 kilómetros y la prueba ciclista siempre va entre dos carreras. La versión olímpica -corta- consta de distancias de 10, 20 y 5 kilómetros, y la larga son 14,60 y 7 kilómetros.

En triatlones, las dos carreras iniciales son supersprint y sprint. El supersprint cuenta con un segmento de natación de 400 metros, 8 kilómetros de bici y otros dos de carrera. Por su parte, el sprint, una de las pruebas preferidas de los triatletas, se compone de 750 metros de natación, entre 20 y 22 kilómetros de bicicleta y 5 más de carrera a pie. Quienes desean dar el salto y buscan algo más, pasan al triatlón olímpico. Se trata de cubrir 1.500 metros nadando, 40 kilómetros en bicicleta y 10 de running. Éste es un formato atractivo para espectadores y deportistas, así como la distancia más habitual de las Triatlon World Series y de la prueba en los Juegos Olímpicos.

También existen la media y larga distancias, un auténtico desafío para los más experimentados. La media distancia es conocida como "Medio Ironman", "Half Challenge" o "113" (número de kilómetros totales). Puede variar según el formato, pero en general consta de 1.800 metros a nado, 90 kilómetros en bicicleta y un medio maratón (21.097 metros). El "Ironman" se compone de 3,8 kilómetros de natación, 180 en bici y un maratón final (42.195 metros).

Los beneficios de combinar las carreras con el ciclismo, las diversas pruebas deportivas en las que se puede participar y las claves para hacer turismo con la bicicleta son algunos de los contenidos que podrán encontrarse en el número de "Experiencia Running" de esta semana, el penúltimo de la colección. Como es habitual, podrá adquirirse con el periódico del día por sólo 0,50 euros más. También ofrecerá consejos de alimentación y reportajes sobre otras disciplinas como el TRX.