El Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) realizará estudios hidrológicos en al menos cuatro cauces fluviales de la montaña de León para determinar en qué tramos son necesarias actuaciones de canalización que eviten filtraciones de entidad al túnel central de la variante de Pajares. En principio, los técnicos consideran que la inversión necesaria para acabar con el "trasvase" oculto desde los ríos de la provincia vecina hacia Asturias, que ahora ronda los 200 litros por segundo de media, oscilará entre los diez y los quinces millones de euros. El proyecto se encuentra ahora parado, a la espera de que se conforme un nuevo gobierno. En principio, la intención es actuar en todas aquellas zonas en las que la Cordillera se trague más de diez litros por segundo.

Hasta el momento, el Adif ha llevado a cabo una única obra de canalización en León. Se ha ejecutado en el arroyo Alcedo e impide que se filtren a los túneles unos 25 litros de agua por segundo. El nuevo cauce discurre a lo largo de 1.837 metros e incluye medidas ambientales que permiten que su impacto en la Cordillera sea nulo.

A la espera de lo que determinen los estudios hidrológicos, los técnicos dan por hecho que uno de los cauces en los que habrá que efectuar una canalización es el arroyo Folledo, para evitar una filtración media estimada en 10 litros por segundo. El tramo afectado es de unos 150 metros.

El túnel de Pajares desaguó el pasado año en Lena una media de 335 litros por segundo, de los que entre 200 y 250 proceden de los cauces de León. Esta cantidad de agua no compromete la seguridad de la circulación ferroviaria por los túneles, ya que no entra en el tubo por el que irán los trenes. Las actuaciones previstas en los ríos de León tienen como principal objetivo mantener el caudal de la cuenca del Duero, de interés para el regadío, e impedir que se cuele hacia Asturias, donde no se aprovecha. Además, la balsa de recepción de agua de la embocadura asturiana del túnel está ya casi al límite de su capacidad.