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MARÍA LUISA CARCEDO | Senadora, integrante del equipo negociador del PSOE

"Fuimos incapaces de hablar de políticas con Podemos, su cerrazón fue frustrante"

"El PSOE hizo todo lo posible por un gobierno de cambio, pero hay otros partidos con otros intereses que están en su 'juego de tronos' particular"

María Luisa Carcedo. ÁNGEL GONZÁLEZ

"Nosotros hicimos todo lo posible" podría empezar a ser el eslogan electoral del PSOE. De momento, María Luisa Carcedo, senadora socialista por Asturias, componente del equipo negociador que por encargo de Pedro Sánchez buscó un acuerdo de investidura sin más éxito que el sí de Ciudadanos, empezará la precampaña por ahí, descargando la factura de las nuevas elecciones "irremediables" sobre quienes dice que han preferido su "juego de tronos" a la discusión política en beneficio de todos. La mención a la serie fetiche del líder de Podemos hace innecesario precisar que se refiere a "Pablo Manuel Iglesias", con su segundo nombre "para diferenciarlo" del fundador del PSOE.

-¿Está todo perdido?

-Nosotros hicimos todo lo posible, desde intentar la investidura hasta sentar a los tres partidos que sumarían 199 diputados, pero el resultado es conocido. Parece que el escenario nos conduce irremediablemente a unas nuevas elecciones.

-¿Qué recordará de la negociación? ¿Muchas zancadillas?

-Salvo con Podemos, con el resto de las organizaciones con las que nos sentamos tuvimos una negociación muy intensa y de mucho trabajo, pero también con disposición a llegar a acuerdos. El resultado fue el que fue, pero con todos, salvo con Podemos, pudimos hablar sobre políticas que afectan a los ciudadanos en materias muy importantes.

-Se abre la carrera por evitar cargar con la factura de las elecciones. ¿Cómo llegan los contendientes?

-Me gustaría que los ciudadanos tuviesen la capacidad de interpretar lo que sucedió. Por un lado, está el gesto de irresponsabilidad del PP, que se niega a presentar su candidatura, que venía de una legislatura en la que administró de forma catastrófica su mayoría absoluta y que llegó al 20-D y a la gestión post 20-D incapaz de llegar acuerdos con nadie. Ante el encargo del jefe del Estado, el PSOE lo intenta con realismo, sabiendo que tenemos 90 diputados, y con firme voluntad de conseguir un gobierno que representase a las fuerzas del cambio. Se hace un primer documento, se firma el acuerdo con Ciudadanos, se entiende que hay puntos de encuentro con otras fuerzas. Con Podemos, tenemos que reconocer que fuimos incapaces de sentarnos a hablar de políticas. Pero las medidas de nuestro documento justifican no una, sino tres legislaturas. Hay tres o cuatro que en mi opinión ya justifican una por sí solas.

-¿Cuáles?

-Las que pretenden contener el crecimiento escandaloso e insoportable de la desigualdad con el ingreso mínimo vital, las que persiguen combatir la pobreza infantil, reformar el mercado laboral, paralizar la Lomce, universalizar de nuevo la sanidad? Las votaciones de Congreso y Senado reflejan que ahí hay unanimidad entre las fuerzas del cambio. Lo intentamos, Pedro Sánchez lo intentará hasta el último segundo, pero somos conscientes de que hay otros partidos que están en otros intereses, en su "juego de tronos" particular.

-Han coincidido con Ciudadanos y han sostenido que también estaban de acuerdo con la mayoría de las veinte propuestas que les hizo Podemos. ¿Eso a la vez es posible?

-Nosotros hicimos un documento para la negociación que no es el programa electoral del PSOE, sino una recopilación de medidas compartidas. El ingreso mínimo vital, por ejemplo. Ciudadanos lo proponía a su modo, con su complemento salarial; Podemos, con su renta básica, pero independientemente de cómo lo llamase cada cual, todos queríamos una renta para familias sin ingresos. En derogar la Lomce y conseguir un pacto educativo todos estábamos de acuerdo; en las medidas contra la pobreza de los hogares y la paralización de los desahucios, también, igual que en derogar la reforma laboral y recuperar la negociación colectiva? Es una oportunidad para el país que se va a perder.

-Hay quien sostiene que todo estaba condenado de antemano, que estos meses sólo han prolongado la operación para "salvar al soldado Sánchez".

-Voy a recordar una frase de Pablo Iglesias, el bueno, nuestro fundador, que está en la pared de la Casa del Pueblo de Gijón. Dice que los socialistas no estamos aquí para regodearnos en la belleza de nuestras ideas, sino para ponerlas en práctica. Somos conscientes de que no tenemos capacidad para hacer un gobierno en solitario, pero sí hay políticas que podemos poner en práctica para producir un cambio radical en el país. Lo que no se justifica es que miremos cada uno por nuestro interés electoral y sumamos al país en esta incertidumbre por no ser capaces de leer la voluntad de la ciudadanía.

-Califique las actitudes de los actores. Albert Rivera.

-Voluntad de acuerdo y de negociación sincera.

-Pablo Iglesias.

-Está más en la escenificación de un desacuerdo.

-Mariano Rajoy.

-Huida de las responsabilidades.

-Pedro Sánchez.

-Perseverancia en posibilitar un cambio en el país.

-Ya que se avecinan las urnas, ¿va siendo hora de soltar la mano de Albert Rivera?

-Nosotros nunca dijimos que renunciásemos a nuestro programa electoral, ni que el hecho de llegar a acuerdos suponga que renunciamos a nuestra ideología. Ante un proceso electoral, recuperaremos nuestro programa tal cual, el de un partido socialista hermano de los socialdemócratas europeos y miembro de la Internacional Socialista.

-¿Teme que la aproximación a Ciudadanos afecte a la percepción de los electores sobre la posición del PSOE?

-Somos un partido muy conocido, muy asentado. Tenemos una historia de 136 años y somos la fuerza que más ha gobernado en la democracia española. Hemos tenido una enorme influencia en la modernización del país y creo que somos un partido muy identificable.

-¿Sus expectativas?

-Vamos a dirigirnos a la ciudadanía con lo que somos, con lo que fuimos para este país, con nuestro bagaje y nuestras propuestas de futuro, pero también con la conciencia tranquila y los deberes hechos, con la intención de trasladar a los ciudadanos que no existe vieja y nueva política, sino buena y mala política.

-Con elecciones y congreso por ese orden, ¿hay riesgo de fractura por dualidad de fidelidades en la FSA?

-En absoluto. Los intereses de Javier Fernández coinciden con los de Pedro Sánchez. No hay ninguna dualidad de corrientes.

-¿Le ha sorprendido algo en especial de estos meses?

-La cerrazón a hablar. Como dice siempre Alfonso Guerra, quien menos teme negociar es quien tiene los criterios más firmes. Si tú sabes cuál es tu proyecto político y hasta dónde puedes ceder o acordar, no debe haber ningún miedo a sentarse a hablar de políticas más allá de las escenificaciones de fotos de mesas de encuentro. Esa incapacidad fue frustrante. La rueda de prensa de Pablo Iglesias nos pilló trabajando para redactar los dieciocho puntos de encuentro que habíamos identificado en los veinte de la propuesta de Podemos.

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