Julio Pascual, el neurólogo que trató a José Ángel Fernández Villa durante dos años hasta 2015, aseguró en la mañana de ayer, antes de entrar a declarar ante la juez que instruye la querella del SOMA, que "lo normal es que Villa vaya a peor, aunque este tipo de pacientes tiene oscilaciones". Pascual aseguró que el exsecretario general del SOMA -acusado de apropiarse de 360.000 euros del sindicato, y con otra investigaciones abierta en Madrid tras aflorar en la última amnistía fiscal 1,4 millones de origen desconocido- sufre un deterioro del lóbulo frontal de origen vascular. "Ese lóbulo rige la voluntad, las emociones, la atención, el juicio, la capacidad de raciocinio, de tomar decisiones en la vida, y también el control de los esfínteres, pero no la memoria, que se sitúa en el lóbulo temporal. Esa parte la tiene bien conservada", recalcó el neurólogo, que en la actualidad es gerente del hospital cántabro de Valdecilla.

No obstante, Pascual indicó que su misión no es valorar si Villa está capacitado o no para prestar declaración ante la juez, que es al fin y al cabo lo que se trataba de dilucidar con su declaración. "Para un neurólogo es complicado decir si un paciente está mentalmente bien o mal", indicó. "El tiempo que yo lo estuve viendo, fue empeorando progresivamente. Estuvo ingresado por una infección respiratoria y se puso muchísimo peor de la cabeza. Pero se pueden tener oscilaciones", indicó el neurólogo. El neurólogo recalcó que el deterioro sufrido por Villa es anterior a la querella presentada por el SOMA. La demencia no solo se apreció "categóricamente" en la exploración física que se le realizó, sino también en las pruebas de neuroimagen complementarias, como un escáner y una resonancia

Sin embargo, el médico indicó de forma tajante que Villa "no sufre un Alzheimer". Y puso varios ejemplos de pacientes con un deterioro similar al de Villa. "Tuve un paciente que era director de una sucursal bancaria y que el año pasado se presentó en el banco en pantalones cortos y camiseta, porque hacía calor. O un carnicero que me vinieron los hijos diciendo que había comprado las vacas mucho más caras de lo que debiera", señaló.

Los letrados del SOMA prefirieron no hacer declaraciones sobre la testifical del neurólogo, puesto que la juez ha prohibido divulgar los datos referidos a la salud del sindicalista. La defensa de Villa, a cargo de Ana García Boto, amenazó con consecuencias. "La salud de Villa es secreta", indicó la letrada.

Así las cosas, la juez Simonet Quelle Coto tendrá que decidir si concede al SOMA la realización de un nuevo examen al exsecretario general del sindicato. Ya ha sido contactado uno de los mayores expertos de España, de Santiago de Compostela.

El panorama está muy abierto tras la declaración del neurólogo, que se suma a la del notario que otorgó un poder a Villa y que indicó a la juez que el exsindicalista tenía capacidad para realizar ese acto jurídico. La juez tiene además sobre la mesa el historial médico de Villa y los diferentes informes que ha presentado la defensa, así como el realizado por los forenses, según el cual el investigado no está en condiciones de declarar. La juez podría tomar incluso la decisión de desimputarle.