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Pantalón largo ajustado al tobillo, lo mejor para evitar picaduras de garrapata

El Principado ofrece consejos para prevenir riesgos tras la muerte de un montañero gijonés

Pantalón largo ajustado al tobillo, lo mejor para evitar picaduras de garrapata

El aumento de casos diagnosticados de la enfermedad de Lyme, una infección transmitida por garrapatas portadoras de la bacteria borrelia, ha obligado a reaccionar a las autoridades sanitarias del Principado en varios frentes. El más importante es la incorporación de estos casos al registro de enfermedades de declaración obligatoria, lo que permitirá un mejor control de la situación y los casos clínicos. El segundo paso, según confirmaban desde la sección de Vigilancia Epidemiológica de la Consejería, será poner en marcha una campaña divulgativa que ya está preparada sobre cómo evitar riesgos asociados a las picaduras de garrapata -cuya presencia es endémica en muchas áreas de la región- en las salidas al monte.

El mensaje no irá dirigido solo a agricultores, ganaderos, cazadores o trabajadores forestales, principales sectores de riesgo de la enfermedad, según las hospitalizaciones por esta causa, sino a toda la población general susceptible de hacer salidas de ocio a la montaña asturiana. Población que también está expuesta a las picaduras del parásito, como lo estuvo un gijonés de 67 años, aficionado al monte, que falleció la pasada semana tras varios años sufriendo complicaciones de salud -le provocó un problema cardiaco crónico- asociadas en gran medida a la picadura de una garrapata portadora de la borrelia.

Porque la enfermedad de Lyme, que en una mayoría de casos quedará como un problema dermatológico localizado, puede progresar hasta convertirse en enfermedad crónica con afectación de diversos órganos: cuadros neurológicos, manifestaciones articulares, cardiológicas, alteraciones hepáticas...

Según un estudio retrospectivo de hospitalizaciones asociadas a enfermedad de Lyme entre 1996 y 2014, en Asturias hubo 232 ingresos hospitalarios siendo Tineo, Amieva e Ibias los concejos de procedencia principal de los enfermos.

Según el servicio de Vigilancia Epidemiológica del Principado la mayor prevención que puede hacerse es salir al monte con pantalón largo ajustado a los tobillos, para evitar la entrada de garrapatas. Tan útil como poner polainas -sobre todo en el caso de trabajadores del campo-, es llevar los calcetines por encima del pantalón. Existen repelentes textiles, afirman los expertos, que tienen un efecto insecticida, aunque su aplicación no es la de un simple spray, por lo que su uso es más restringido. Desde la Consejería reconocen que los repelentes de uso superficial "no funcionan contra las garrapatas".

De vuelta a casa, lo fundamental es la revisión de la piel, sobre todo de los pliegues, ingles, axilas, zona de la nuca donde está el nacimiento del pelo, para detectar presencia de garrapatas. En caso de que el parásito ya esté enganchado a la piel "el único método que está comprobado que funciona es coger unas pinzas planas, enganchar la garrapata lo más cerca posible de la boca y de la piel de la persona, y tirar lenta y continuadamente hasta que se desenganche", sostiene Ismael Huerta, de Vigilancia Epidemiológica. Y un dato fundamental: Si se retira la garrapata antes de que transcurran 24 horas, no hay riesgo de que, en caso de que fuera una de las que son portadoras de la bacteria borrelia, la transmita.

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