"No hay nada más conmovedor que la posibilidad de intentar ayudar a alguien que acude a nosotros en busca de salud y conocimiento", manifestó esta mañana el catedrático de Bioquímica de la Universidad de Oviedo Carlos López Otín en el acto de entrega de los galardones y reconocimientos institucionales del Día de Aragón.

Otín unió en su discurso a los dos grandes de la Ciencia española: el aragonés Santiago Ramón y Cajal y el asturiano Severo Ochoa: "Habito en el mundo científico, por el que vivo, buscando respuestas para aquello que nos preocupa. Y gracias a que tuve la inmensa suerte de conocer unos pocos que fueron motor y estímulo cambiaron mi manera de entender la vida y mirar el mundo", subrayó durante su intervención al recoger el "Premio Aragón 2016".

"Como decía Ochoa, la emoción de descubrir es la más importante que puede experimentar el ser humano", subrayó. Otín apeló a la patria única del ser humano incluso para aquellos que ni siquiera lo desean. La patria que nació hace 200.000 años cuando un grupo de Homo sapiens audaces comenzaron a caminar, a poblar continentes y a construir la humanidad.

En el acto oficial que comenzó a las doce del mediodía en el Palacio de las Cortes de Aragón participó también el presidente del Principado Javier Fernández, que destacó "el honor" que supone para Asturias que un científico de López Otín viva en el Principado.