La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

La élite científica regional, obligada a pagarse las estancias fuera al quedar sin becas

El retraso en las ayudas "Severo Ochoa" frena las salidas al extranjero para optar a la mención internacional de doctorado - La partida ascendía a 100.000 euros para medio centenar de beneficiarios al año; este ejercicio hay menos de 8.000 euros

La élite científica regional, obligada a pagarse las estancias fuera al quedar sin becas

La "situación crítica" que acumula la ciencia asturiana desde hace algunos años ha alcanzado una situación límite, a juicio del colectivo de jóvenes investigadores de la Universidad de Oviedo. El grupo denuncia la "indefensión absoluta" a la que se encuentran expuestos por el retraso en la convocatoria de becas-contrato predoctorales "Severo Ochoa" del Principado para estancias en el extranjero. Ese desplazamiento es para todos ellos el requisito fundamental para optar a la mención internacional de doctorado. El problema es que las becas de ayuda a las estancias en el extranjero de este año no han salido cuando normalmente la convocatoria se hace entre febrero y abril. "Esta realidad ha hecho que muchos nos veamos obligados a replantearnos nuestra situación, aspecto que lleva en los casos más graves a abandonar la investigación", advierte Jorge Quesada, uno de los afectados por este trámite, vinculado al departamento de Ingeniería Química de la Universidad de Oviedo desde 2014, donde se ha integrado en el grupo de Catálisis, Reactores y Control.

Para cumplir con el requisito de la mención de calidad Laura Bécares, licenciada en Historia, se encuentra en Noruega desde hace un mes, hasta junio. "He ido ahorrando parte de mi beca durante los primeros años de contrato porque sabía que muy probablemente tendría que adelantar el dinero pero ahora tengo miedo de que nunca lo vaya a recuperar", subraya esta joven que prepara desde 2013 su tesis sobre las representaciones e identidades de género en los museos arqueológicos. Para ello obtuvo una ayuda predoctoral "Severo Ochoa", por cuatro años, que se renueva cada ejercicio tras superar una comisión de doctorado, contar con el visto bueno del director de tesis y enviar un informe a la Ficyt, la fundación regional que gestiona las ayudas para investigación.

A esas becas, que rondan los 920 euros mensuales, se suman las que se convocan para estancias cortas fuera de España (entre uno y tres meses), fundamentales para obtener la citada mención internacional en la tesis. Cada ejercicio el Gobierno regional reservaba unos 100.000 euros que llegaban a cerca de medio centenar de beneficiarios. Los que se encuentran entre el tercer y cuarto curso de doctorado que es cuando se realiza la estancia en el extranjero son unas 140 personas. Y ya les han dicho que para este ejercicio la reserva presupuesta del Gobierno en la misma línea de ayudas de doctorado no llega a 8.000 euros. A Laura esa situación le está pasando factura. "Estoy en uno de los países más caros de Europa con un sueldo de 920 euros -los de la ayuda general de doctorado "Severo Ochoa"- y, mis ahorros, mirando el "Bopa" todos los días a la espera de una solución", subraya.

Llorián García tuvo la suerte de que su proyecto de estancia de investigación internacional fuera admitido en el departamento de Música de la Universidad de Columbia. Estará en Nueva York tres meses. Para este estudiante de Magisterio, licenciado en Musicología la conveniencia de visitar un centro puntero en el área de Etnomusicología le llevó a arriesgarse a "perder varios miles de euros, ahorrados durante los primeros años de la beca" para no demorar a una nueva convocatoria esta oportunidad de desarrollo profesional. Llorián apela al "voluntarismo" al que acuden muchos doctorandos para formarse en el extranjero y denuncia la "sangría económica" que representa para muchos de ellos el retraso en la convocatoria de las becas. Nueva York es una ciudad extremadamente cara: solamente el alquiler ya cuesta tanto como lo que recibiría para la estancia, precisa. En Columbia admiten muy pocos investigadores visitantes cada año así que optó por arriesgar, "fuera como fuera", para aprovechar "una oportunidad de mejorar mi formación".

Diferencias salariales

Un caso parecido es el de Paulino Pandiella. Llegó a Lovaina, a unos 20 kilómetros de Bruselas, una semana antes de los atentados en la capital europea. El año pasado se fue a Oxford a principios de mayo. Entonces acababa de salir la convocatoria de ayudas "Severo Ochoa". La solicitó y se la concedieron en agosto, cuando ya estaba de vuelta en España. "Pero, al menos, hubo ayudas y casi ningún solicitante se quedó sin ellas; este año la cosa pinta mucho peor", subraya este licenciado en Filología Clásica que busca ampliar su investigación sobre el sistema educativo del Renacimiento. "No es nada bueno para la motivación de los jóvenes que están trabajando por un sueldo que, a duras penas, da para independizarse y cuanto menos para pagarnos temporadas en países europeos donde nuestros homólogos cobran mucho más por el mismo trabajo", advierte Paulino. A modo de ejemplo, explica que en la parte neerlandófona de Bélgica, donde él está, amigos suyos con becas similares cobran 2.080 euros al mes, frente a los 920 de España. Su estancia en Lovaina le permitirá avanzar en semanas en un trabajo que en España le llevaría meses. Pero le está costando dinero de su bolsillo.

Como otros tantos investigadores beneficiarios de las ayudas "Severo Ochoa", Paulino reconoce que "el contribuyente asturianos está pagando mucho dinero por nuestra formación". Su queja no es tanto por realizar trabajos que exigen máxima cualificación por 920 euros. "La decepción no es solo porque no convocan las becas. Lo que más duele es que nos mantienen absolutamente desinformados", concluye el joven.

Compartir el artículo

stats