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AZUCENA BEGEGA LOSA | Psicóloga e investigadora de la Universidad de Oviedo

"El baile y la dieta mediterránea ayudan a un envejecimiento óptimo y saludable"

"Asturias tiene condiciones para aplicar el modelo nórdico y no se trata de usar recursos caros, sino adecuadamente"

Azucena Begega Losa. PEDRO H.

Azucena Begega Losa (Laviana, 1965) es doctora en Psicología, miembro del departamento del área de Psicobiología y profesora de la Universidad de Oviedo. Ayer impartió una conferencia titulada "¿Qué podemos hacer para alcanzar un envejecimiento saludable? Aportaciones desde las neurociencias conductuales".

-¿Qué es el envejecimiento saludable?

-Se trata de conocer los cambios fisiológicos propios del paso de la edad y poder actuar a nivel físico, emocional y psicológico. Se consideraba que era normal envejecer y tener discapacidades y enfermedades. La inmortalidad no existe, pero se pueden prevenir algunas patologías y conseguir una buena calidad de vida.

-¿En la denominada ya como cuarta edad?

-Sí. A principios del siglo pasado la expectativa de vida era de 40 o 45 años, y ahora está en el entorno de los 80, con poca diferencia entre sexos. Y además, se incrementa la población que llega a esa edad, con lo que surge una problemática sanitaria y económica, porque necesitará muchas redes de apoyo.

-¿Y cuál es la tercera edad?

-Es necesario un cambio conceptual. Ahora la tercera edad está en aproximadamente los 70 años. A los 65 es la de jubilación, y con las mejoras sanitarias y los medios actuales, esta edad no se ve asociada a patologías importantes. Se calcula que estas personas aún tienen unos ocho años de margen para que empiecen a sentir dolencias importantes.

-¿A qué edad se debe empezar a tomar medidas para llegar a un envejecimiento óptimo?

-La mejor medida es prevenir a partir de los 50 años con unas pautas saludables. Es fundamental el ejercicio aeróbico: caminar, nadar, bailar...

-El baile gusta mucho a los mayores.

-Es muy sano bailar, porque además de la coordinación se fomenta otro aspecto muy importante, que es la parte emocional, lo que significa comunicación y relaciones sociales. Y es que hay enfermedades asociadas al paso del tiempo como la depresión y la ansiedad provocados por los cambios que se producen a nivel laboral y social.

-¿Y esas patologías son más difíciles de tratar que las físicas?

-No disociamos el aspecto psicológico del físico salvo para abordar las patologías, pero para entender el envejecimiento es muy complicado saber qué factor pesa más. Para la salud física hay muchos tratamientos, pero a nivel psicológico influye mucho cómo abordar las patologías asociadas a la edad.

-¿Quién lleva peor el envejecimiento, el hombre o la mujer?

-Personalmente creo que el hombre. La mujer, pese a que teóricamente ha cambiado su papel, continúa cuidando a la familia. Es la figura que sigue y va a seguir teniendo esa responsabilidad, y eso conlleva muchas tareas que realizar y tiene el tiempo más ocupado. Sufre más el hombre, sobre todo si está solo. Las mujeres son, además, las que mantienen las redes de apoyo, las relaciones sociales.

-¿Cómo influye la alimentación? ¿Hay que cambiarla cuando se envejece?

-Hemos hecho un estudio administrando Omega 3 (nueces, pescado azul, etcétera) y se ve cierta mejora. La dieta mediterránea, que es muy rica en vegetales, frutas y hortalizas, es cardiosaludable y eso repercute directamente en el cerebro, porque facilita el funcionamiento cardiaco, lo que permite que llegue un mayor riego sanguíneo. Y eso se traduce en que el deterioro cognitivo se verá reducido.

-Asturias es la región más envejecida del país y continúa envejeciendo. Los expertos ya alertan del enorme coste sanitario que esto supondrá en pocos años.

-Si se actúa en prevención, al final el coste sanitario y económico es mucho menor. Por eso la estrategia política no puede tener una visión cortoplacista. Debe ser a largo plazo, para que dentro de 20 o 25 años los mayores sean independientes y sus necesidades sean mínimas. Las políticas de prevención reducen el gasto.

-Los países nórdicos también nos llevan mucha ventaja en estas cuestiones.

-Sí, incluso la arquitectura está adecuada a los mayores, con casas de planta baja y comunicadas entre sí, lo que permite ser independiente pero vivir en comunidad, lo que facilita también las relaciones sociales. Y tienen huerta, que es un ejercicio fantástico. En Asturias tenemos condiciones para aplicar este modelo y desarrollar proyectos similares.

-¿Es un problema de innovación e inversión?

-No se trata de utilizar recursos caros, sino de manera adecuada, planificando y utilizándolos adecuadamente.

-El Principado quiere impulsar un programa de envejecimiento activo orientado precisamente a mejorar la calidad de vida de los mayores.

-Para que se pueda hacer un proyecto integral, que es lo necesario, es muy importante coordinar a todos los sectores implicados. No se trata de contar sólo con los médicos, también están los profesionales de la psicología, los terapeutas ocupacionales... Hay una multitud de profesionales que pueden aportar ideas y conseguir una visión global. En la Universidad de Oviedo hay muchos que pueden aportar ideas y que conocen programas de mucha calidad y que estarían dispuestos a ayudar. No es necesario contratar a nadie de fuera.

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