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El roce no dio cariño en Oviedo

La convivencia en el tripartito de la capital no afloja el desgaste ni las frías relaciones personales entre los podemistas e IU

La clave, dicen los veteranos, es que el otro tenga miedo, "que piense que en cualquier momento te levantas de la mesa y le dejas tirado". Es el truco para negociar en política. En Oviedo, en el mundillo de la izquierda, no falta quien piensa que quizá IU llegó demasiado entregada a sentarse a hablar con Podemos y por eso ahora la cosa se pone tensa. Se sigue desde la capital asturiana con atención el proceso con la seguridad de que habrá final feliz y también con la certeza de que "seguirá habiendo tiranteces". Porque entre IU y Podemos, que en Oviedo es Somos, el roce no ha hecho el cariño. Los casi once meses de convivencia en el gobierno a tres de la ciudad, el del cambio, el que acabó con veinticuatro años del PP, dejan unas cuantas sombras, apenas luces y un reguero de enfrentamientos y desencuentros en la parte de más a la izquierda del Ayuntamiento.

No le vino mal al PSOE para dar aire a Wenceslao López, el alcalde en minoría, reforzado por la guerra de celos entre Somos e IU. Solo una vez se le han puesto enfrente los otros dos, hace nada con una cuestión administrativa relacionado con el cierre del hípico municipal.

Hasta ahora, IU y Somos han ido por libre a pesar de formar en el mismo gobierno. En las ramas ovetenses de ambos bandos asumen que, cuando se haya consumado la "boda roja" todo se regulará de forma instintiva. "No podemos estar aquí a la contra, no puedes ir contra el vector nacional", susurran desde la esquina de la coalición, donde asumen que "habrá tiranteces". En Somos, el mensaje interno es similar. Creen que se darán discrepancias pero la consigna es no convertirlas en puñaladas "para no dañar el gobierno".

Como teoría suena bonita pero en este valle de celos hay también un factor de relaciones personales que vienen torcidas desde hace unos cuantos años. Al rascar en la superficie de Somos, en la nueva política, surgen personas que vienen ya de otras batallas y de haberse dejado pelos en la gatera en esos lances internos tan comunes en la izquierda. Ana Taboada, su líder, ya fue asesora de IU durante anteriores mandatos, cuando Gabino de Lorenzo era alcalde.

En esos tiempos, Celso Miranda, ligado a la anterior en lo político y en lo personal y uno de los que agitó el árbol en la formación de Somos, rompió con IU y junto a Roberto Sánchez Ramos montó ASCIZ, donde el veterano "Rivi" lo dejó tirado a la primera ocasión para volver a IU. Y todos siguen en esta pomada, en uno u otro bando y con las heridas a medio cerrar.

De fondo, planean los recientes expedientes de expulsión del Partido Comunista de Asturias de los militantes que se han enrolado en Somos y mantenían el doble carné bajo el pretexto de que el movimiento podemista es una agrupación de electores. Entre ellos, David Acera, hasta ahora guía político en la sombra de Somos, pero recién fichado como asesor para el grupo municipal. Un panorama poco sosegado como para garantizar una convivencia idílica.

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