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El futuro de los vuelos a Venecia y Munich, pendiente de un recurso judicial de Ryanair

La compañía irlandesa sostiene que en el concurso para el contrato de 3,2 millones que ganó Volotea se limitó la libre concurrencia empresarial

La tripulación y el avión de Volotea "Asturias Spirit", en la pista de Santiago del Monte. IRMA COLLÍN

El futuro de los vuelos internacionales de Volotea en Asturias está en el aire, pendiente de un recurso judicial planteado por Ryanair contra el pliego de condiciones del concurso que desembocó en la adjudicación de un contrato de la Administración autonómica de 3,2 millones de euros a la compañía española a cambio de la apertura de las rutas estacionales a Venecia y Munich. La primera de ellas entró en servicio la pasada Navidad con unos pocos vuelos y se retomará a finales de este mes, con dos enlaces semanales de ida y vuelta, como gran novedad de la temporada estival. La conexión germana está comprometida para 2017, aunque la aerolínea no descarta adelantarla al próximo periodo navideño.

El Tribunal Central de Recursos Contractuales, dependiente del Ministerio de Hacienda, desestimó el pasado año en primera instancia el recurso de Ryanair, basado en que los requerimientos exigidos por la Administración autonómica en el concurso, entre ellos una capacidad de los aviones ajustada a la que tienen los de Volotea, limitaban "la libre concurrencia" de las empresas. En concreto, el contrato establece la obligatoriedad de que la aerolínea adjudicataria opere con aviones de entre 95 y 140 plazas. Para el "gigante" irlandés del vuelo barato, que trabaja sus rutas internacionales con aeronaves dotadas de 189 butacas, este requisito no solo "carece de sentido", sino que habría reducido "injustificadamente" el número de pasajeros que podrían volar desde Asturias en las nuevas rutas. Y "limitando", además, la participación de la mayor parte de los operadores", que efectúan los vuelos internacionales de corto y medio radio con aviones que tienen más de 140 plazas, mientras que Volotea los usa de 125.

La Administración autonómica basó su defensa, atendida por Hacienda, en que la capacidad requerida en los aviones era la que mejor se ajustaba a las necesidades del mercado regional y que, en consecuencia, "garantizaban mejor la estabilidad de las rutas en el tiempo". A juicio del Principado, la intención de Ryanair era "aislar" los servicios de promoción turística de la realidad de la región y de las características de la terminal asturiana.

En su resolución, el tribunal dio la razón al Principado y puso de manifiesto que, en su calidad de contratador, tenía completa libertad a la hora de fijar los parámetros técnicos que considerase más adecuados.

Otros convenios

"Para que exista una limitación en la concurrencia es necesario acreditar que los requisitos técnicos establecidos en el pliego hacen que necesariamente el contrato pueda ser adjudicado a un único licitador, por ser el único capaz de satisfacer tales requisitos, no existiendo además otros licitadores capaces de satisfacer las necesidades de la Administración de la misma forma", se lee en el texto emitido por el tribunal de recursos en mayo de 2015. El de vuelos internacionales no es el único convenio que tiene Volotea en la región. La Federación Asturiana de Empresarios (FADE), las tres Cámaras de Comercio y los ayuntamientos de Oviedo, Gijón y Avilés pagaron 700.000 euros para que la aerolínea abriera en Asturias, hace ahora justo un año, su primera base estable en España. El acuerdo incluyó la puesta en servicio de rutas a Menorca, Sevilla y Alicante, así como el mantenimiento de las de Málaga, Ibiza, Valencia y Palma de Mallorca.

Por su lado, Ryanair operó vuelos baratos desde Asturias a Madrid, Barcelona y Tenerife de abril de 2012 a marzo de 2013. La compañía irlandesa que preside el polémico Michael O'Leary vinculó su decisión de abandonar la terminal de Santiago del Monte con una estrategia de reducción de sus vuelos en España para protestar por el incremento de tasas aéreas, pero aludiendo también al escaso interés que habría mostrado el Gobierno regional en mantener sus rutas.

Poco antes de dejar la región, O'Leary había asegurado en una entrevista con LA NUEVA ESPAÑA que su intención era ampliar la presencia de Ryanair en Asturias con vuelos a Gran Bretaña y a los países nórdicos

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