Para el patrón mayor de la cofradía de pescadores Santa Ana de Llanes, Ángel Batalla, el sector ha entrado en una cierta estabilidad pese a la pérdida de barcos y marineros en relación a hace dos décadas. "Hace veinte años se pescaba mucho, pero también ahora. Nosotros en Llanes este año hemos vendido 300.000 euros más en relación a las cifras por estas fechas del año pasado", dice. Según Batalla, el sector estaría mejor si la mar estuviese menos contaminada. "Se nos echa la culpa a nosotros de la sobrepesca, pero no se dice nada de la contaminación que llega a la mar desde los ríos y de lo que vierten las depuradoras. La flota ha disminuido un cincuenta por ciento y sin embargo hay menos pescado", señala.
La falta de relevo generacional es uno de los peligros que acechan al sector en opinión de Batalla. "La gente, salvo alguna excepción, no se quiere meter en la mar, busca algo más fácil que no les obligue a tener que sacar tantas titulaciones". He ahí el principal obstáculo, a su juicio, para ganar un futuro que "pasa por la entrada de juventud que tome el relevo de los veteranos", apunta.
