El avilesino Daniel González Sanz, de 32 años, combinaba su pasión por el deporte con su compromiso militante en varias organizaciones de izquierdas. "Era de los que creían en la lucha, altruista y solidario con los demás, muy vehemente en sus ideas políticas, como corresponde a un revolucionario", señalaban de él ayer sus camaradas. Era un experimentado aficionado al ciclismo, la escalada y la espeleología.