El comité de empresa del Servicio de Emergencias del Principado (SEPA) niega mirando al Gobierno regional que su propuesta de reorganización del servicio que prestan los bomberos genere el "incremento de costes" que ha querido ver en ella el director general de Interior, Rafael Abril. En respuesta a la carta remitida por éste a la representación de los trabajadores, el presidente del comité, Marco Antonio Rivero, afirma que la equiparación que plantean entre las categorías de auxiliar y bombero tiene un coste tasado de 240.000 euros anuales, pero también que se compensaría, entre otros ahorros, con la desaparición del pago de horas extras a los auxiliares. El gasto por este concepto subió el año pasado a 215.000 euros que se eliminaría si todos pasaran, como reclaman, a trabajar en turnos de 24 horas.

Al argumento de que su reivindicación abocaría al cierre a los cuatro parques atendidos por auxiliares responden que "nunca hablamos de cerrarlos, sino de gestionar el personal de otra manera", y aseguran que plantearon a la Administración alternativas que mantendrían esas instalaciones abiertas. Los trabajadores remarcan que los auxiliares hacen el mismo trabajo que los bomberos, incluido a veces un mando de intervenciones que no asumen en ningún otro lugar de España, y perseveran en la penuria de personal que atraviesan los parques: "La mayor parte no puede atender dos emergencias a la vez". Lamentan, en fin, la cerrazón de la Administración a sus demandas sobre la unificación del turno de 24 horas, "el más efectivo" para el servicio.