No vienen en una botella pero son del todo cristalinos. Los partidos aprovechan estos plenos preelectorales para mandarse mensajes nítidos y avisos ante el escenario político que se avecina tras las elecciones del 26-J.
En la sesión de ayer volvió a quedar claro que por mucho que Pablo Iglesias diga que el PSOE será un aliado necesario tras las generales, Asturias tiene todas las papeletas para quedar al margen de esa hipotética confluencia. El diputado podemista Enrique López se encargó de hablar claro mientras cuestionaba "los vicios" de los gobiernos socialistas. "Si no asumen sus errores no es posible avanzar juntos, por el cambio", advirtió López, quien vaticinó a los socialistas un varapalo electoral: "van a ser derrotados en las urnas. Los va a acabar echando la gente". Luego, su compañera Lucía Montejo volvió a sacar el "caso Marea", un clásico en el parlamento asturiano desde que comenzó la vista por el mayor caso de corrupción en Asturias. "Espero que esa marea se los lleve por delante", deseó el popular David González Medina al analizar la planificación del PSOE en infraestructuras educativas, unas palabras a las que dio réplica la socialista Elsa Pérez. "Vaya sátira han representado todos ustedes. La marea vendrá pero sabremos nadar", contestó la diputada naviega, quien se confesó "encantada" de que los diputados del PP y Foro "se revuelvan tanto".
