El incendio del vertedero ilegal de Seseña, en el que ardieron buena parte de las más de 80.000 toneladas de goma almacenadas allí durante más de una década, ha indignado a la Asociación de Recicladores de España, colectivo del que forma parte la asturiana Gescometal. "Desde la asociación nos ofrecimos a quitar eso de ahí, pero costaba diez millones de euros y no se llevó a cabo", indica Rubén Moya, gerente de la firma langreana, que califica lo sucedido de "vergüenza". En la imagen, neumáticos ardiendo en Seseña.