El aviso de la presencia de los delfines muertos en la playa de Rodiles llegó el martes por la mañana a la Guardería de la Dirección General de Recursos Naturales. El personal que se trasladó al arenal hizo una primera observación de los animales y llegó a la conclusión de que no se trataba de los delfines comunes que se avistan en las costas asturianas. Ambos ejemplares fueron trasladados entonces al Centro de Experimentación Pesquera ubicado en Gijón, donde ya se comprobó que efectivamente se trataba de delfines acrobáticos. Se iniciaron entonces varios contactos para contrastar la información y fue cuando se tuvo conocimiento de que era la primera vez que hubiera constancia de la presencia de esta especie en Europa. Tras realizar las necropsias, los esqueletos de ambos cetáceos formarán parte de las colecciones del Museo-Acuario del Centro.