Los exalcaldes de Gozón Salvador Fernández y Ramón Artime coincidieron ayer en afirmar que "en Gozón no hay corrupción". Ambos tuvieron que comparecer ayer ante la juez instructora del "caso Pokémon", Pilar de Lara, por la ampliación de un contrato con Aquagest y unos viajes que supuestamente realizaron a Barcelona y Roma a cuenta de dicha empresa. La magistrada les imputa presuntos delitos de cohecho, fraude en la contratación y tráfico de influencias.

Ramón Artime achacó la imputación de ambos exregidores a "la impotencia de los comunistas, que son incapaces de asimilar el éxito del gobierno del PP durante 12 años para acabar con el hambre y la miseria del agua". Añadió también que está "encantado de declarar ante la juez y explicarle todo esto", y añadió que todos sus viajes están documentados, "como ya se ha demostrado todas las veces anteriores".

Salvador Fernández, por su parte, se acogió a su derecho a no declarar, pero afirmó que el auto por el que se le imputa "es un despropósito, porque se basa sólo en una denuncia de IU sustentada en "premisas falsas". El exregidor rechazó referirse al viaje a Roma que presuntamente le pagó Aquagest, a él y a su mujer en noviembre de 2007. "Ella murió hace siete meses y no voy a añadir más morbo. Se lo explicaré todo a la juez por escrito", aseveró.

Quienes no comparecieron ayer ante la juez fueron el exalcalde de Salas José Manuel Menéndez Fernández, acusado de supuestos delitos de tráfico de influencias, cohecho y prevaricación, y el exconcejal de Economía Alberto Díez de Tejada, al que le imputa presuntos delitos de tráfico de influencias y cohecho. Ninguno de ellos recibió la citación.

El letrado Fernando Barutell, que lleva la acusación particular del Ayuntamiento de Salas, admitió que "ambos están en su derecho de no presentarse al no ser citados", pero también remarcó el "poco esfuerzo" realizado por ambos, porque "deben de ser los únicos salenses que no sabían que hoy tenían que comparecer en Lugo.