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Las comunicaciones internas y externas de la región

Renfe perdió un millón de viajeros desde que trasladó la estación de Gijón en 2011

La escasa centralidad de la terminal y los pocos trenes directos entre las grandes ciudades, claves del grave desplome

Renfe perdió un millón de viajeros desde que trasladó la estación de Gijón en 2011

El desplome de las cercanías ferroviarias en Asturias se concentra en las líneas de la antigua Feve, pero también afecta muy gravemente a los servicios en ancho ibérico de Renfe, que en el último lustro, coincidiendo con el traslado de la estación de Gijón de la plaza del Humedal a la calle de Sanz Crespo, en enero de 2011, han perdido más un millón de pasajeros. En concreto, se pasó de 6,2 millones a los 5,1 de 2015. Se trata de una tendencia a la baja que tampoco se ha contenido en el arranque del presente ejercicio. En enero y febrero el servicio se dejó otros 35.000 pasajeros.

La pérdida de centralidad de la nueva estación de Gijón, que se estrenó con carácter provisional dentro del retrasadísimo plan de vías de la ciudad, es una de las causas principales de la marcha atrás de las cercanías de Renfe en Asturias, según los ferroviarios. Pero también ha afectado la crisis económica y la escasa programación de trenes directos entre Oviedo y Gijón, algo que vienen denunciando con insistencia los usuarios, ya que la mayor parte de los convoyes hacen una decena de paradas intermedias y, en consecuencia, su velocidad media apenas llega a los 60 kilómetros por hora. El proyecto del metrotrén incluía servicios entre las dos grandes ciudades asturianas cada 20 minutos y tiempos de viaje inferiores a los 25 minutos.

Las consecuencias negativas de la pérdida de centralidad de la estación gijonesa quedan patentes si se comparan sus resultados con los de la terminal de Llamaquique. Estrenada en el "corazón" administrativo de la ciudad de Oviedo en 2007, dentro del proyecto del metrotrén, ya es la estación más utilizada por los viajeros que llegan a la capital procedentes de Gijón y de Avilés. Y no solo eso. También concentra el 40% del tráfico emisor de las cercanías de Renfe desde Oviedo. Frente a estos datos, Gijón lidera desde 2011 el desplome de los trenes de proximidad asturianos. Solo el cambio de ubicación de la terminal ha generado una pérdida de usuarios que los sindicatos cifran en 600.000

La "sangría" de Feve

Si la caída del pasaje en Renfe es más que preocupante, las cercanías de la antigua Feve sufren desde hace algo más de una década una auténtica "sangría" de pasajeros que deja a la compañía, hoy integrada en Renfe y en el Adif, en lo que los profesionales del sector no dudan en tildar de "situación límite". Tras haberse dejado por el camino más de la mitad de los 4,2 millones de viajeros que tenían en 2004, los trenes de vía estrecha perdieron en Asturias durante el primer trimestre del presente año algo más de 63.000 pasajeros, lo que representa una caída del 13% con respecto al mismo periodo del año precedente.

En cifras, de enero a marzo se subieron a los convoyes un total de 483.348 viajeros, frente a los 546.651 que lo hicieron en el primer trimestre de 2015.

La opinión generalizada entre usuarios y profesionales es que este brutal desplome obedece a una gestión deficiente, en la que han prevalecido las decisiones técnicas sobre las políticas, combinada con la falta de inversiones en modernizar los trazados y de trenes. El comité de empresa de Renfe reclama un gran pacto social y político para salvar de la quiebra a la vía estrecha, que, según la consejera de Infraestructuras, Belén Fernández, "se debate entre la vida y la muerte".

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