El Consorcio para la gestión de los Residuos Sólidos Urbanos de Asturias (Cogersa) tuvo unos beneficios de 3,4 millones de euros el año pasado, una cifra muy similar a la del ejercicio de 2014, según consta en la cuenta de resultados que fue aprobada ayer por la junta de gobierno del organismo bajo la presidencia de la Consejera de Medio Ambiente del Principado, Belén Fernández. Según detalló el gerente de Cogersa, Santiago Fernández, el consorcio, en el que están integrados los 78 ayuntamientos de la región, recicló el 31% de las 840.000 toneladas de desperdicios que recibió.

La mayor parte de los desperdicios que llegaron al año pasado al vertedero que Cogersa tiene en Serín son residuos urbanos mezclados, que es la denominada fracción resto, a razón de 388 kilos de media por cada asturiano. El tratamiento de las 388.188 toneladas de basura es uno de los principales retos que tiene por delante el consorcio para los próximos años. El Gobierno socialista tenía previsto someterlas a un proceso de valoración energética, para lo que llegó a licitar la construcción de una incineradora. Sin embargo, el proyecto quedó aparcado por el acuerdo con IU para la investidura Javier Fernández, que rechaza la incineración y obliga al Ejecutivo a buscar una alternativa que aún está por definir.

Esta situación ha obligado a Cogersa a proyectar una nueva ampliación del depósito de Serín. La novedad es que en esta ocasión se llevará a cabo un recrecido en altura, que levantará unos 50 metros sobre la actual cota de residuos. El presupuesto estimado de la actuación es de dos millones de euros.