La juez que instruye el "caso Pokémon", la asturiana Pilar de Lara, se mostró ayer, una vez más, amable con los medios de comunicación asturianos que se concentraron desde primera hora de la mañana ante la puerta de los Juzgados. Ante la decena de testigos que estaban llamados a declarar, y a sabiendas de sus exhaustivos interrogatorios, que en ocasiones han llegado a prolongarse horas sin parar ni para comer, los periodistas le preguntaron si reservaban hotel para dormir. "No hombre, a dormir no. Seamos optimistas", dijo sonriendo.

Ya accediendo al interior del edificio, se giró de nuevo y añadió: "Y si no, ya sabéis mis recomendaciones: Godello y pulpo". En un guiño hacia su tierra, expresó también en voz alta sus deseos futbolísticos: "Ahora sólo nos falta que suba el Oviedo, ya que el Sporting se queda en Primera". En la toma de declaraciones y en la sala, no es "ni la mitad de simpática", señalaron en medios judiciales.

La otra anécdota de la jornada la protagonizó un maderista de San Cucao de Llanera, José Manuel Fernández, que recibió la notificación para acudir a declarar en lugar del exalcalde de Salas. "Nos dicen que ha sido un error y que no nos pagarán la comida", afirmó al abandonar el edificio judicial lucense.