Domingo, 19.00 horas. Belén Lobeto camina hacia su casa escuchando música. Lleva los auriculares puestos y va mirando el móvil. Cuando dobla la esquina de su calle, cercana al estadio Vicente Calderón de Madrid, la interceptan dos agentes de la Policía Nacional.

-Perdone, señorita, ¿puede darme la documentación?, ¿puede enseñarle el bolso al compañero? Está usted denunciada. Vamos a proceder a sancionarla por el bolso que lleva.

Belén, ovetense de 34 años, no da crédito. El bolso que lleva, regalo de una amiga por su cumpleaños, es de tela negra y tiene la cara estampada de un gato, las siglas "A. C. A. B." y el mensaje en inglés "All cats are beautiful", que significa "Todos los gatos son bonitos".

Pero los agentes no ven eso. Los agentes ven en las mismas siglas un acrónimo que suelen usar bandas ultras y movimientos radicales para insultar a la Policía bajo el lema "All cops are bastards", que significa en español "Todos los policías son unos bastardos". Las siglas del bolso son las mismas, pero el mensaje no. A pesar de que la prenda no pone nada de eso, la Policía la sanciona por ello y así lo hace constar en la denuncia. Aplica el apartado 4 del artículo 37 de la conocida como "ley mordaza", que sanciona las "faltas de respeto" a los agentes. Multa: de 100 a 600 euros.

"Me quedé pasmada. Les dije que era ridículo y absurdo. Que no estaba cometiendo ningún delito. Que lo que ponía el bolso era una cosa y que lo que habían puesto en la denuncia era otra. Que estaban mintiendo. Pero nada. Sólo me decían que se lo contara al juez. Nada más", explica Belén, con un evidente acento asturiano, a LA NUEVA ESPAÑA.

Belén desiste. Coge la denuncia, se va a casa y cuenta su historia en las redes sociales. En diez minutos, se hace viral. "La gente indignadísima", describe.

-¿Pero era consciente de lo que podrían significar las siglas?

-Que lo sepa no cambia nada. No llevaba el bolso para provocar. Si quisiera hacerlo, llevaría otras cosas. No sabía ni que había partido de fútbol (la final de la Copa del Rey) ni nada. El bolso lo llevo porque me gusta el diseño y me gustan los gatos. Mi compañera de piso lo puso varias veces sin saber nada de las siglas.

Efectivamente, a Belén le gustan los gatos. Tiene dos: "Xuacu" y "Juna", adoptados hace dos años "en la zona del Caudal". Por eso le gusta el bolso, diseño de un amigo que tiene una discográfica. "Llevando este bolso no estoy haciendo daño a nadie. Es una estupidez. Todo el día con Venezuela en la boca y aquí ocurren estas cosas. Esto les pasaba a mis abuelos con Franco", afirma reivindicativa.

Belén, que asegura no pertenecer a ninguna organización política, vivió en Oviedo, en la zona de La Ería, hasta 2014. Lleva dos años y medio trabajando de directora de arte en una agencia de publicidad en Madrid. Antes trabajó de camarera y en varias tiendas en la capital.

-Y ahora, con la que se ha liado, ¿seguirá poniendo el bolso?

-Pues se me están quitando las ganas. Con el tema de las elecciones está el ambiente exaltado. Es totalmente desproporcionado.

De momento, lo que hará será recurrir cuando le llegue la sanción. Opciones no le faltarán: "He recibido muchas ofertas de asesoramiento", explica por teléfono. "La gente se ha volcado. El 90 por ciento ve esto una estupidez. Me pasó a mí como le podía haber pasado a cualquiera".