El sector lácteo asturiano cargó ayer contra la política ganadera de la Unión Europea, que ha eliminado el sistema de cuotas lácteas justo en el momento en el que se da la tormenta perfecta a nivel mundial: exceso de producción lechera, caída de consumo, especialmente en China -llamada a ser la gran consumidora mundial-, y el veto ruso. Francisco Rodríguez, presidente de Industrias Lácteas Asturianas (Ilas), dueña de la marca Reny Picot, unificó ayer la reivindicación de proteger al sector lácteo con precios de intervención que aseguren el bienestar de los ganaderos al pagarles a precios razonables la producción, y alertó del "juego de ventaja" con el que se favorece desde Bruselas a países grandes productores utilizando un falso liberalismo. Los ganaderos, temerosos del impacto del tratado de comercio entre Europa y Estados Unidos, reclaman unidad y políticas de apoyo e impulso de la marca de calidad que reconozca la producción asturiana.

El Club Prensa Asturiana acogió ayer el debate "¿Tiene futuro el sector lácteo asturiano?", en el que participaron la consejera de Desarrollo Rural y Recursos Humanos, María Jesús Álvarez; Francisco Rodríguez; José Armando Tellado, director general de Corporación Alimentaria Peñasanta (Capsa Food), y Paulino Badiola, veterinario y propietario de unas de las ganaderías de mayor prestigio de Europa.

Los ponentes coincidieron en señalar a Bruselas como la gran responsable de la dura crisis que está viviendo el sector lácteo por no tomar decisiones políticas adecuadas de protección. "Europa se desentiende, se escaquea, cuando lo que está ocurriendo es un problema político y en lugar de tomar decisiones favorables al sector plantea propuestas que no son serias para resolver el problema de los excedentes de producción ni para garantizar la supervivencia. Éste no es un problema que pueda resolver el mercado, porque no se trata de liberalismo, sino de juego de ventaja, que es el que tienen los países del Norte que producen e inundan el mercado", aseveró Francisco Rodríguez.

José Armando Tellado explicó que desde el año 2000 se ha producido una globalización que ha unificado los precios a la baja, una concentración de poder de la distribución que genera asimetrías en la cadena de valor y una caída del consumo de leche per cápita del 27%. Y todo ello aliñado por el fenómeno "low cost". "Comprar producto barato importado es decir adiós a la producción y al empleo propio", afirmó. Y por si esto fuera poco, "en España nos recreamos en el consumo de productos de importación, en lugar de apostar por los nuestros".

Paulino Badiola aseguró que "España y Europa tienen una deuda histórica con el sector lácteo", que pese a todos los inconvenientes "se ha modernizado, innovado, ganado en eficiencia, en competitividad y también híperendeudado" para afrontar los retos impuestos por Bruselas. "El sector ha hecho los deberes, pero el futuro depende de directrices políticas de Bruselas que están siendo equivocadas y nos llevan a un callejón sin salida". Se mostró escéptico ante la propuesta de Francisco Rodríguez sobre los precios de intervención porque a su entender puede favorecer un incremento de producción de países como Irlanda y Dinamarca, lo que conllevaría una mayor caída de precios.

También criticó que el acuerdo alcanzado entre los ganaderos, la industria y los distribuidores en septiembre pasado se está incumpliendo "porque es un pacto de intenciones que eximía de sanciones, y se está recrudeciendo la guerra mientras el ganadero se arruina, la industria vive a costa de él y la distribución a costa de los dos".

La consejera de Desarrollo Rural alabó al sector ganadero y a la industria asturiana por el esfuerzo que está realizando y la posición de ventaja que mantiene sobre el resto de competidores nacionales. Coincidió con el resto de representantes del sector y cargó contra el Ministerio de Agricultura español "porque le faltó beligerancia en Bruselas para defender al sector" y porque se ha limitado "a ofrecer respuestas coyunturales, pero no estructurales", que resuelvan el problema de los ganaderos lácteos españoles.

Pese a las enormes dificultades, los ponentes coincidieron en que el sector lácteo asturiano tiene futuro. Eso sí, hay que pelear por él.