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SERGIO FERNÁNDEZ ARTAMENDI | Profesor del área de Personalidad, Evaluación y Tratamiento Psicológico de la Universidad de Oviedo

"Pasarán años hasta que se descubran todos los efectos del consumo de marihuana"

"El cannabis afecta de forma directa a la memoria y la falta de atención, y los jóvenes son los mayores consumidores"

Sergio Fernández Artamendi. MIKI LÓPEZ

Sergio Fernández Artamendi, profesor del área de Personalidad, Evaluación y Tratamiento Psicológicos de la Universidad de Oviedo, pronunció ayer una conferencia con el título "Deshojando la marihuana y sus efectos. Del cáñamo a los cannabinoides sintéticos", en la que explicó los avances en la investigación de los componentes de esta planta y el desarrollo de tratamientos de desintoxicación en adultos pero especialmente en jóvenes.

-El título de su conferencia ya es sugerente.

-Buscamos formas sugerentes de presentación porque la intención es impulsar el aspecto divulgativo, acercar la investigación científica a la sociedad.

-¿Por qué "deshojar" la marihuana?

-Se trata de explicar lo complejo de esta planta, que tiene miles de años, y de la situación actual, con el debate sobre su uso medicinal y las advertencias de riesgo por su uso prolongado, sobre todo para la salud mental.

-¿Se sabe poco de la planta?

-En realidad fue en el siglo pasado, en 1964 cuando se definió la molécula THC (agente químico que provoca los efectos psicológicos de la marihuana), pero los receptores cannabinoides (actúa en el sistema nervioso central, periférico, en el cerebro, etcétera) no se descubrieron hasta los años noventa y se sigue investigando para saber dónde están, su localización. Ahora ya se sabe que hay un centenar de ellos. Todo esto es muy reciente, y de hecho se continúa trabajando en ello, por eso se desconocen los beneficios y perjuicios. Cada cannabinoide es diferente, con efectos diferentes y además interactúan entre ellos.

-¿Puede concretar algún efecto del consumo?

-La marihuana fumada puede provocar trastornos psicóticos en personas vulnerables

-Pero también se habla de su uso medicinal.

-Puede servir para el tratamiento del cáncer, tiene efecto anestésico, otros cannabinoides tienen efectos antibiótico... Aún pasarán años hasta que se descubran todos los efectos del consumo de la marihuana. De hecho, hay dos o tres medicamentos que tienen algún cannabinoide, y algunos también se prohibieron.

-¿Qué es el cannabinoide sintético?

-Es marihuana sintética, de laboratorio. Se la conoce como Spaice, y en Estados Unidos ya produjo una alerta sanitaria. Apareció con un uso recreativo, como si fuera incienso, como una hierba. Pero en realidad se suele fumar. La legislación siempre va por detrás de la sociedad, y en otros países se vende por internet.

-¿Se consume en España?

-Aquí es poco conocida y su consumo es muy minoritario, pero tiene riesgos importantes, como el de infarto de miocardio. Es una droga asequible económicamente y todavía no son una alerta en nuestro país.

-¿Usted es partidario de legalizar la marihuana?

-Desde un punto de vista científico no, porque todavía hay mucho que aprender. En ese debate hay que analizar qué tipo de legalización, para qué y a qué edades.

-¿Cuál es el perfil del consumidor de marihuana?

-Variado. En los últimos 15 años aumentó el consumo, y son los jóvenes entre 15 y 24 años los que más consumen. Es una droga que de forma directa afecta a la memoria y a la falta de atención, y su consumo frecuente reduce las habilidades cognitivas. El problema más grave es que es adictiva y el 10 por ciento de los que la prueban desarrollan dependencia.

-Usted desarrolla e investiga tratamientos de desintoxicación. ¿Tienen muchos pacientes?

-En el Centro de investigación biomédica en red de Salud Mental de Asturias (Cibersam) desarrollamos tratamientos para adolescentes, y no se detecta mucha demanda. Fundamentalmente porque los jóvenes vienen porque los traen sus familias o derivados por vía judicial. Es a partir de los 25 años cuando ya acuden voluntariamente a pedir ayuda.

-¿Qué síntomas presentan los jóvenes?

-Los adolescentes llevan poco tiempo consumiendo y tienen desmotivación, problemas de concentración, de memoria, pero no reconocen que tengan dependencia. En los adultos el "enganche" es más psicológico. Utilizan la marihuana para relajarse, desconectar, evadirse. Se convierte así en algo necesario y es muy difícil dejar el consumo.

-¿En qué consisten los tratamientos?

-Son intensivos, en programas de tres a seis meses y basados en la evidencia para que sean efectivos. Con menores son programas recientes, pero tres de cada cuatro dejaron de consumir.

-¿Y con los adultos?

-Trabajamos con un enfoque de aproximación y reforzamiento comunitario, para modificar el estilo de vida del consumidor, cambiar sus hábitos, induciéndole a modificar sus relaciones sociales, hacer deporte, pasar más tiempo con la familia... Es fundamental el apoyo familiar o de la pareja para conseguir el éxito y que se "desenganchen".

-¿Hay recaídas?

-Siempre las hay a medio y largo plazo. Por eso investigamos y desarrollamos tratamientos con programas intensivos y breves, que no se prolonguen mucho en el tiempo. Se trata de trabajar sobre la eficacia de tratamientos psicológicos contra el cannabis desde la investigación y la evaluación para luego dar traslado a la clínica.

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